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Reconstruir la paz no es fácil

Ahora sí que el alcalde de Coatzacoalcos, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, no sintió lo duro sino lo tupido, cuando durante el evento denominado Campaña por la Construcción de la Paz en Coatzacoalcos, la gente indignada y molesta, se le fue encima con gritos y reclamos por su falta de capacidad para gobernar.

“No queremos música, queremos seguridad” le gritaron, para que silenciara a los músicos que amenizaban este evento, presidido por el alcalde morenista, quien tuvo que soportar los reclamos airados de la sociedad de Coatzacoalcos, que cansados de la inseguridad que se está viviendo en la ciudad le exigieron resultados “Ya no más palabras ni arranques de programas, queremos resultados”, le gritaban.

Con toda la razón los porteños levantaron la voz el pasado domingo, en la Plaza de la Bandera ubicada en el Malecón Costero, donde cientos de personas se reunieron para exigir al gobierno municipal resultados en el combate de la inseguridad. Hay quien afirma que las socialités perdieron la compostura de su fina educación, pero en realidad lo que perdieron fue la paciencia y la serenidad con justa razón.

“Queremos que regresen nuestras amigas secuestradas” gritaron algunas mujeres que sufren por el plagio de madres de familia, que se encuentran privadas de la libertad desde hace varios días y aún cuando trascendió que ya pagaron el rescate, no han sido devueltas a su casa.

Una vez más el miedo se ha apoderado de la población, que está sufriendo en carne propia el dolor causado por los delincuentes, que actúan a sus anchas sin que las corporaciones policiacas puedan hacer algo por impedirlo.

Ya se ha vuelto un tema obligado de conversación la violencia y la inseguridad. Son el lugar común los robos a casas habitación, asaltos a mano armada y secuestros en todas las colonias del puerto. Han lastimado a personas de la tercera edad, entrando con lujo de violencia a los hogares de familias respetables, a cualquier hora del día, lesionando de gravedad a quien se les pone enfrente. Más han gastado las víctimas en curaciones y cirugías que en lo que les han robado. Los maleantes se dan el lujo de aparecer si cubrirse siquiera el rostro. Se atreven a decir que están protegidos por la policía, lo cual parece ser nada más que una bravuconada.

Este ambiente de inseguridad ha propiciado también que se esparzan rumores sobre supuestos secuestros de personajes respetables, sembrando el terror y el nerviosismo que obliga al pueblo a encerrarse o a salir despavorido en busca de un lugar seguro.

Es momento de que las autoridades competentes dejen de ser incompetentes y se pongan a trabajar coordinadamente, no unos por aquí y otros por allá, sino sumando fuerzas y estrategias de inteligencia, que acorralen a los miembros de la delincuencia organizada o desorganizada, como se le quiera llamar.

PARA NO SER LA PRÓXIMA VÍCTIMA

Urge que las dependencias encargadas de la seguridad, además de combatir a la delincuencia, diseñen una campaña de prevención del delito, para que la población civil sepa cómo evitar ser víctima de los malosos.

Una guía rápida que contenga los métodos de protección y prevención nos vendría muy bien en estos momentos, para saber qué hacer para resguardar nuestros hogares y nuestra integridad personal, que contenga sistemas de alarma, cámaras de videovigilancia, métodos de alerta, que nos indiquen a quién debemos acudir en caso de encontrarnos en riesgo.

Incluso que nos informen qué tipo de arma o instrumento de defensa podemos tener en casa y hasta qué grado la podemos utilizar sin incurrir en un delito, que nos convierta en delincuentes en vez de víctimas.

Hace falta un verdadero acercamiento entre las corporaciones, para que la ciudadanía le tenga miedo nada más a los delincuentes y no a los elementos policiacos, que son los guardianes del orden.

Lo cierto es que reconstruir la paz no es cualquier cosa, pero eso no significa que el pueblo se deba quedar callado y pasivo, esperando nada más a que el gobierno lo resuelva todo. La población debe cuidarse y protegerse, tomando las precauciones que estén a su alcance para evitar convertirse en la próxima víctima.

¡Que reviva la paz!

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Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar. www.gabrielgamar.com

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