«La declaratoria de Rusia de reconocer la independencia de las dos repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk acentúa su confrontación con Occidente y debilita la posición de Ucrania”, señaló Luis Antonio Huacuja Acevedo, del Programa de Estudios sobre la Unión Europea.
Para la ONU Donetsk y Lugansk siguen siendo territorio ucraniano y por tanto la incursión rusa en esa región se trata de una invasión desde la óptica del Derecho Internacional. Para Moscú no, porque alega que es una especie de “cooperación” con sus nuevos aliados, que en su interpretación de los hechos requieren ayuda para defenderse de las fuerzas de Kiev.
El problema se remonta a 2014 en la región de Donbás, al este de Ucrania, que está dividida en dos áreas: la zona controlada por los separatistas respaldados por Rusia, en la frontera con ese país, y la que sigue bajo dominio de Ucrania y sus fuerzas armadas, en el oeste, al interior ucraniano. Los separatistas reclaman todo el territorio de Donetsk y Lugansk, pero hasta antes de que avanzaran las fuerzas rusas sólo controlaban un tercio del área, según datos de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), por lo cual necesitan a las fuerzas rusas para tener dominio total de la zona.
“Estas dos pequeñas repúblicas han estado abandonadas por todo el mundo, incluidas la Unión Europea y Rusia. En 2015, con los acuerdos de Minsk, se logró un desarme y destensar la situación, porque coincidió con que la península de Crimea hizo un referéndum que dio como resultado la anexión de Crimea a Rusia. A diferencia de esta península, que tiene una posición muy estratégica, geográfica, de bases militares, Donetsk y Lugansk no son estratégicas, no significan un bono especial en términos energéticos o de seguridad. Esta maniobra que vemos de Putin es para cambiar la ecuación y disminuir la tensión, porque argumenta que no hay invasión a Ucrania, y el envío de tropas es a dos repúblicas independientes”, de acuerdo a su narrativa de los hechos, en lo que se podría denominar “una paz armada”.
Para el académico “todos creían haber adivinado las barajas que tenía Putin, y al final él ha sacado un juego totalmente distinto. Con esto, él tendrá la oportunidad de negociar más hacia el tema de la OTAN (a donde Ucrania quiere ingresar), porque por ahora el tema energético no será un factor.”, aunque dentro de las sanciones de Occidente, Alemania anunció que se suspende el gasoducto Nordstream 2.
El canciller alemán, Olaf Scholz dijo que el controvertido gasoducto entre Rusia y Alemania no se pondrá en funcionamiento, ya que su gobierno decidió suspender el proceso de aprobación de la infraestructura de la empresa rusa Gazprom.
“El presidente ruso quizá ya había recibido una señal de que esto no iba a caminar y sacrificó, de momento, el asunto energético por el tema de seguridad”, agrega.
La OTAN
“Sí es un factor y es importante porque el reclamo de Rusia hacia Occidente es que éste se ha expandido, particularmente con los países de la Unión Europea. Varios de ellos formaban parte de la antigua Unión Soviética y ahora Rusia se ve rodeada de países pequeños que pertenecen a la OTAN. El tema es que ante alguna confrontación se impone la obligación de salir todos en defensa de un miembro de la Organización”, apunta el especialista.
“El caso de Ucrania es particular: es una nación más grande, que tiene un gobierno más inclinado a la Unión Europea, lo cual es una amenaza para Rusia. Parece muy lejano que Ucrania forme parte de la OTAN porque la postura de Estados Unidos no es muy clara. Para Rusia es un factor, porque no pretende una guerra, no le conviene en términos económicos, pero le importa mucho mantener una influencia en la región”.
Para Luis Antonio Huacuja hay otro asunto: no podemos separar la urgencia de votos que tiene el presidente estadunidense: “Estamos a semanas que empiecen las campañas electorales intermedias en Estados Unidos, la popularidad del demócrata está por los suelos, y en esta maniobra Putin sale fortalecido, mientras que Biden sale debilitado”.
Putin ha aprovechado la debilidad de Europa, su falta de unión y de liderazgos. “Quizá salga fortalecida la Unión Europea si hay cierre de filas, con imposición de sanciones”.
Cada quién interpreta los hechos como le conviene, y así lo explica: “La guerra que hay es de narrativas, de discursos y versiones”.
Sobre si Putin busca una nueva Unión Soviética, Huacuja Acevedo señala que “estamos en otro momento. Las posiciones se juegan de otra manera”.
El especialista considera que las posiciones de los distintos países en la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el lunes 21 de febrero, fueron relevantes y simbólicas, aunque debió ser un cálculo de Putin, de qué tanto resistía y cómo se movía a otras zonas de influencia, como China o Latinoamérica. “Veremos si hay consecuencias, por ejemplo, en el suministro de vacunas. Quizá sea más difícil que reconozcan la de origen ruso, además que las sanciones económicas y el aislamiento tal vez tengan una repercusión más allá de lo que vemos ahora”.