La inevitable y triste muerte de la joven Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, quien desapareció el 9 de abril y encontrada el 22 del mismo mes en una cisterna en desuso de un motel, en Monterrey, causó tremenda conmoción en el país.
Ni de lejos será la única mujer que ha visto el fin de su vida en circunstancias, hasta hoy, inaclaradas.
Otras muchas más han sido objeto de violencia por múltiples causas; quizá corrieron el mismo destino de esa joven neolonesa; y miles, más, están desaparecidas.
Las autoridades de seguridad pública y las judiciales ostentan, por ley, una enorme parte de responsabilidad, aunque la carga de trabajo, burocracia, intereses y hasta irregularidades por doquier es tan alta que no se ve para cuando equilibrar las estadísticas.
Los encabezados son más que suficientes: En México, 80,000 reportes de mujeres desaparecidas desde 2006. Casi 20,000 mil mujeres siguen sin ser localizadas desde la llamada «guerra contra el narco».
De ese total 26,212 corresponden a este sexenio.
Narco o no, es urgente tomar medidas ahora sí que drásticas y tampoco nada fuera de este mundo, como es ya de una vez por todas aplicar las leyes.
Y de paso, ahora que está en el tintero o escenario político una nueva reforma educativa, lograr de una vez por todas fortalecer la cultura de respeto y equidad de género, eliminar toda clase de violencia en las escuelas contras las niñas y jóvenes, así como campañas de orientación y prevención.
La sociedad –ese ente heterogéneo y sorpresivo- hacer lo que le corresponde en las casas, pues está visto que ahí es el escenario perfecto de impunidad para afectar no solo a los infantes si no a muchas mujeres que por amor, miedo o dependencia económica y falta de trabajo, aguantan todo.
Recuerdo un niño que le pegaba a su mamá, cuando le preguntaron –caso real- por qué hacía eso su respuesta definitiva fue: si mi papá le pega, yo también.
Para finalizar, un alto funcionario de una Fiscalía reveló: lo que no se logra en el primer mes de cualquier caso, hasta nunca.
Debanhy ocupa aún buena parte de la atención nacional gracias a los medios y a las redes.
Las actuaciones de la Fiscalía de Nuevo León son todavía inconclusas; ya veremos si llegan al fondo de este asunto de múltiples variantes y por supuesto se deslinden las responsabilidades correspondientes.
Ojalá pueda ser así pronto, porque ya casi llegamos al mes y luego, salvo familiares y amigos su memoria, al resto olvido.
Atraques:
1. De Estados Unidos ingresan a México 200 mil armas de fuego de manera ilegal cada año, de acuerdo con la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), con las que se cometen el 70 por ciento de los delitos en México, según la Secretaría de Relaciones Exteriores. La pregunta es cómo pasan; de que hay trabajo en las aduanas, vaya que hay.
2. Genaro García Luna tiene mucho qué explicar a la sociedad mexicana, luego de ocupar nada menos que la Secretaría de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, ahora que se las está viendo muy difíciles en el juicio que se le sigue en la vecina nación y que sin duda afectará a su exjefe porque si sabía no hizo nada y si no sabía, piorrrr.
3. Orizaba es pueblo mágico, aunque de paso las autoridades municipales y estatales habían de entrarle al famoso río Blanco que atraviesa la ciudad y es uno de los más contaminados en la entidad veracruzana.
Escritor y periodista