DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Desde los primeros visos de la democracia en México, las segundas oportunidades políticas para triunfar en un cargo de elección popular, fueron un auténtico remanso de paz y esperanza para hombres y mujeres que competían en los procesos electorales.
Cuando el PRI arrasaba en las gubernaturas no había segundas oportunidades para nadie, ni para propios y mucho menos para ajenos, ya que los segundos irían dos o tres veces, sin posibilidades de victoria. En la primera experiencia comicial los favoritos debían mostrar el respaldo ciudadano o simplemente ya no encontrarían otro resquicio para competir.
Así transcurrieron casi siete décadas, hasta que, en 1992, el panista Francisco Barrio Terrazas se alzó con la victoria en la revancha en Chihuahua y de ahí se desencadenó una serie de triunfos de aquellos que habían competido por un gobierno estatal y se quedaron con las ganas del triunfo en la primera ocasión.
Fernando Canales Clariond otro panista que en 1985 fuese derrotado por el oscuro Jorge Treviño recibió la revancha en 1997, doce años después y le ganó al priista José Natividad González Parás, quien, a su vez, espero seis años más para gobernar Nuevo León.
Desde inicios del nuevo siglo, los políticos mexicanos han tenido la paciencia de aguantar hasta 35 años para poder gobernar el estado en que nacieron o viven.
Tal fue el caso de Rubén Rocha Moya, actual gobernador de Sinaloa, quien desde 1986 compitió por primera vez y fue vencido, doce años después (1998) lo intentó nuevamente y fue hasta 2021 cuando con los colores de MORENA se convirtió en ganador.
Caso contrario es el de Nora Ruvalcaba, quien el pasado cinco de junio fue vencida en su tercera intentona por gobernar Aguascalients.2010, 2016 y 2022 le han representado sendas derrotas.
Otros como José Luis Peche compitieron nuevamente, aunque con cambio de partido por el gobierno de Quintana Roo y fue arrollado por la maquinaria de MORENA, partido por el que había ganado la elección para senador.
El priista Esteban Villegas si consiguió la revancha seis años después, y con una alianza (PRI, PAN y PRD) de respaldo, triunfó en el proceso electoral para gobernador de Durango.
Salomón Jara es otro que aprovechó la que sería, tal vez, su última oportunidad para contender por el gobierno de Oaxaca y derrotó con amplitud a sus adversarios con una diferencia de hasta tres a uno votos.
Francisco Xavier Berganza es otro candidato a gobernador que se quedó vestido y alborotado, por tercera ocasión compitió por el gobierno de Hidalgo y fue rechazado por la ciudadanía, aunque ahora de manera rotunda. En 1999 fue vencido por el priista Manuel Ángel Núñez, aunque consiguió 30 por ciento de votos. Lo intentó nuevamente en 2016 y Omar Fayad, otro priista, le ganó en las urnas, logrando el cantante 27 por ciento de voto. Ahora en 2022, no levantó más allá del cinco por ciento de respaldo electoral, en su tercer intento por gobernar el estado.
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