Renovarse o morir, esta parece ser la frase que identifica al Partido Revolucionario Institucional, luego de las derrotas sufridas durante los últimos procesos electorales, cuando de ser la primera fuerza política en el país pasó a ocupar el tercero o cuarto sitio, viendo con cierta impotencia como lo rebasaban los demás partidos.
El cambio en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI se avecina y desde hace algunas semanas se escuchan los nombres de los aspirantes, que pretenden presidir al otrora invencible partido cuya hegemonía se dejaba ver por todos los municipios del país.
Los nombres que más suenan son el de José Narro Robles, Ivonne Ortega Pacheco, Ulises Ruiz Ortiz y Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”.
Independientemente de valorar quién de ellos tiene mayores posibilidades para presidir al PRI, cada uno tiene que escoger a un compañero o compañera de fórmula para ocupar a su lado la secretaría general.
Aun cuando la elección será hasta julio, es tiempo ya de hacer proselitismo y buscar los apoyos para que se dé un proceso democrático en unidad.
Todos los aspirantes andan en la etapa de coqueteo buscando a su pareja, en el caso de José Narro se ha acercado a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, quien tajantemente ya ha declinado la invitación aduciendo que su misión es concluir la gubernatura ante los sonorenses.
En el caso del gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, éste ya tiene como compañera de fórmula a Carolina Viggiano, ex legisladora de Hidalgo, quien ya ha aceptado acompañarlo en esta contienda partidista.
De este proceso el PRI deberá salir fortalecido y más unido que nunca, con la mira bien puesta en el 2021, cuando vienen las elecciones intermedias que serán una prueba de fuego y la posibilidad de mostrar el músculo ante el electorado que podría volver a inclinarse por el revolucionario institucional, que con todo y sus defectos sabe cómo hacer bien las cosas, porque tiene un capital muy importante que se llama EXPERIENCIA para gobernar y que los demás no tienen.
Sin duda alguna la próxima elección de gobernador en Puebla, será una prueba importante para todos los partidos, pero especialmente para el PRI que tiene muchas posibilidades de salir triunfante con su candidato Alberto Jiménez Merino el próximo 2 de junio. El partido tricolor podría dar la sorpresa y recuperar la confianza de los electores poblanos y de ahí para adelante tomar un segundo aire en los siguientes procesos.
EN POLÍTICA TODO PUEDE SUCEDER
Mientras tanto en Veracruz los grupos de poder se siguen disputando la franquicia del PRI en el estado. Estos grupos están respaldados a nivel nacional por Fidel Herrera Beltrán y Miguel Ángel Osorio Chong (léase Miguel Ángel Yunes Linares), que apadrinan el primero a Antonio Benítez Lucho y el segundo a Marlon Ramírez Marín.
Muy rezagados están otros aspirantes como Adolfo Ramírez Arana y tal vez Lorena Piñón Rivera, quien aspira a la presidencia del CEN, pero quizá se conformaría con la secretaría general del PRI en el estado.
Lo cierto es que urge ya el cambio, toda vez que los comités municipales se encuentran al garete, nadie les hace caso y no tienen recursos ni para pagar a una secretaria que conteste los teléfonos. Las oficinas lucen desoladas y nadie se acerca pues corre el riesgo de que le pidan dinero para un paquete de hojas o para pagar la luz.
Los priistas se quedaron mal acostumbrados a que todo se les daba y ahora no hay quien ponga un cinco, ni regidores ni funcionarios y mucho menos los alcaldes que si son priistas se las están viendo negras para sacar adelante a su municipio.
Al cumplir 90 años de vida, el PRI la está pasando muy mal; sin embargo, hay una luz de esperanza que con la renovación de sus cuadros podría convertirse en realidad, es decir que, con la llegada de nuevos presidentes tanto al nacional como a los estados, el partido tricolor podría levantarse de la lona y dar la pelea recuperando de nueva cuenta el poder perdido.
Muy pronto lo sabremos, no hay que comer ansias, porque en política todo puede suceder. La actuación de los alcaldes de Morena ha sido tan mala, que ha decepcionado a la población y eso puede provocar que los electores prefieran volver a confiar en el PRI.
Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar.