Sin intención de criticar nada más por hacerlo, fue evidente el descontento prevaleciente entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y el actual gobierno en lo que a funcionamiento interno y a perspectivas de la democracia se refiere.
Hoy concluyen sus actividades en el INE Ciro Murayama y Lorenzo Córdova Vianello, éste presidente, quienes por nueve años hicieron y deshicieron no sólo en lo administrativo, al grado de crear una burbuja de beneficios propios incalculables, sino también en componendas muy secretas de la política, acuerdos no escritos.
Como sucede en todos los cambios, especialistas en la materia aseguran que de entrada se respira de forma diferente al interior de ese organismo autónomo del estado con la salida de esos dos funcionarios y, de “ñapa” o pilón la renuncia del secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, éste, luego de 14 años por ahí.
Contra lo que se puede suponer y con el relevo de cuatro de los 11 consejeros del INE, ya en funciones, se prepara a una nueva etapa diametralmente diferente en ese organismo.
Corresponde ahora a Guadalupe Taddei Zavala como presidenta del INE y a los consejeros Jorge Montaño Ventura, Rita Bell López Vences y Arturo Castillo Loza, impulsar, con los siete restantes, una autentica reestructuración al interior con miras no sólo a regularizar sueldos y prestaciones, sino a hacer funcionar de manera más eficiente y transparente el organismo y de paso llegar a decisiones que fortalezcan la cultura democrática de muy pocos años en el país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador culmina así una etapa de enfrentamientos y descalificaciones a un INE con hartos defectos y con algunos aciertos, como se ha reconocido, es el caso de algunas de sus facultades que operan de manera eficiente, como es el famoso Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que da certeza a los resultados de los votantes.
Como este apartado, hay seguramente oficinas especializadas y de resultados positivos que han de ser valorados por los consejeros y mantener a las personas especializadas.
Ni Lorenzo Córdova ni Ciro Murayama se van del todo. Ahora pretenden regresar a dar catedra en la UNAM, donde tienen espacios asignados desde antes.
No obstante ello, con buenos dividendos en los bolsillos, nada más, esta vez, hay se ven.
Atraques:
1. Se anunció oficialmente el retiro de la caseta de cobro de Fortín, Veracruz, por donde pasan diariamente 31 mil unidades. Esta carretera conecta el sureste con el centro del país, Puebla, Arco Norte, Ciudad de México. Eso será quizá en el mes de mayo. El caso es que junto con esta importante medida, dado el tráfico y largas filas que se forman hasta de dos horas, ojalá le entren en serio a la seguridad en la subida de Orizaba al Altiplano, pues vaya que ocurren delitos de toda índole.
2. La inflación ha cedido un poco este primer trimestre del año. Los periodistas expertos en el tema, como Edgar González, explican que de ninguna forma se puede bajar la guardia ante ese fenómeno que es mundial y del que México no escapa.
3. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, cuidadoso, aunque no rehúye temas, aseguró que la muerte de 39 migrantes y otro tanto de heridos en una galera privada de Ciudad Juárez la semana anterior, “es un recordatorio a los gobiernos de la región de la importancia de componer un sistema de migración quebrado y los riesgos de la migración irregular”. A ver si es cierto.
Escritor y periodista
