Dramaturgas, historiadoras e historiadores y críticos de arte cuestionan las elevaciones y caídas de Benito Juárez, señaló Vicente Quirarte, poeta y coordinador de la obra.
Dramaturgas, historiadoras e historiadores y críticos de arte cuestionan, ponen en tela de juicio y critican “las elevaciones y caídas de Benito Juárez” en el libro Juárez, a 150 años de su muerte.
Así lo afirmó el poeta y coordinador de la obra, Vicente Quirarte Castañeda, durante su presentación por parte de la UNAM, la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura y la editorial El Equilibrista, a la que asistió el rector de esta casa de estudios, Enrique Graue Wiechers.
“Dos son los extremos del proceso identitario de México y a cada uno de ellos corresponde un tipo distinto de héroe: Hidalgo es de fuego, Juárez es de tierra. Con Hidalgo, nuestro país inicia su doloroso nacimiento; y con Juárez alcanza su madurez de Estado”, agregó el también integrante de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional.
Quirarte detalló que el texto contiene una introducción escrita por el rector Enrique Graue, así como 12 colaboraciones de especialistas, entre las cuales hay una del historiador y secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
En el patio de la sede histórica del Senado de la República, Rebeca Villalobos Álvarez, académica de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) y autora del libro El culto a Juárez. La construcción retórica del héroe (1872-1976), invitó a la lectura de la edición, en la que puede observarse cómo muta la figura de Juárez, pero también es omnipresente en la historia política de México y en nuestra cultura visual y literaria.
El texto, agregó, presenta “a la persona y al personaje de tinta y de mármol”, y es muestra de la creatividad, rigor, curiosidad, frescura y amor por el conocimiento de los universitarios.
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, profesora del Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE), compartió que su colaboración versa sobre la relación de Benito Juárez con los católicos tradicionalistas en el contexto de la Reforma. Aseveró que la confrontación con la Iglesia católica fue uno de los retos más importantes que el expresidente afrontó e incluso, hoy en día, aún existe quien lo considera el destructor del catolicismo decimonónico.
En su oportunidad, Adriana Gutiérrez Hernández, jefa del Departamento de Historia del CEPE y académica de la FFyL, comentó que colaboró con un escrito sobre los vínculos entre el gobierno mexicano y el español, de 1862 a 1872, a partir de las figuras de Benito Juárez y el general Juan Prim. “Las cordiales y amistosas relaciones que ellos tuvieron fueron definitivas para la reanudación del intercambio diplomático. En palabras de Justo Sierra, marcaron el inicio de una nueva era”, aseguró.
Jocelyn Vázquez Toledano, académica de la Facultad de Música y del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel sur, explicó que junto con su compañero Juan Ramón Sandoval escribió un artículo sobre la música dedicada a Juárez. Después de la muerte del Benemérito de las Américas, autores como Melesio Morales, Aniceto Ortega y Felipe Villanueva compusieron piezas en las que narraban batallas y rindieron homenaje luctuoso al expresidente, las cuales también sirvieron como elementos de difusión del mensaje patriótico a lo largo y ancho del país.
Ana Luisa Campos López, autora de la obra de teatro El niño Juárez, indicó que en ésta mezcló fantasía e historia. “Gracias al ejercicio epistolar que Juárez mantuvo con Margarita Maza y que, por fortuna, fue recopilado por la historiadora Patricia Galeana es posible avizorar un Benito Juárez más humano. A ese rostro serio le pude dibujar una sonrisa al imaginarlo en la lectura de alguna de las cartas de Margarita, donde ella iniciaba llamándole cariñosamente ‘Nito’”, comentó.
En tanto, Helena González López, titular del Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano, expuso la interpretación que se hace de Benito Juárez en el marco de la cultura visual. Señaló que es un hombre admirado por la narrativa que hay sobre su vida, pero su imagen no es estimulante.