Por Gabriel Gamar
Cuando en el cielo brillan las estrellas
iluminando la noche con su luz
y la luna se pasea entre ellas
y me doy cuenta que ya no estás tú.
Que la tierra es sólo un trozo de universo
y sin embargo en ella te perdí,
pasó un cometa rociando en el cielo
un aroma con olor a ti.
Y una noche levanté los ojos
y no había en el cielo
ni estrellas ni luna,
pero a mi lado estaba un bello rostro
iluminando mis noches obscuras.
Y una noche levanté los ojos
y no había en el cielo
ni estrellas ni luna,
pero a mi lado estaba un bello rostro,
habías regresado para mi fortuna.
Correo: gabriel_gamar@yahoo.com.mx
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura.