Por Gabriel Gamar
Y como cada noche
el silbido del tren me dice despierta,
deja ya de soñarla;
y me asomo curioso por una ventana
a tratar de encontrarla en el manto de estrellas.
Y mientras los vagones del tren dicen taca-taca
en su viaje nocturno por la ciudad que reposa,
la locomotora grita pu-pu
ya no la pienses,
cierra los ojos y la mente
pues llegó la hora de olvidar…
Correo: gabriel_gamar@yahoo.com.mx
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