Gabriel Gamar
Siempre hay una razón para llorar
cómo también la hay para ser feliz,
siempre habrá un motivo para sufrir
cómo también lo hay para luchar.
A veces se cierran las puertas
y no hay manera de salir,
se busca un espacio para huir
incluso por una ventana abierta.
Siempre hay razones para seguir
motivos que te fortalezcan,
no esperar a que amanezca
para tener deseos de vivir.
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