Gabriel Gamar
Siempre habrá motivos para vivir y ser feliz
En el susurro del viento y el rumor de la lluvia
En la risa del niño y en la flor que se asombra,
En cada amanecer que nos invita a renacer.
Siempre habrá motivos en el brillo de la luna
En la caricia del sol que cada día nos acuna,
En la mirada amiga, en la mano tendida,
En la promesa de un nuevo día
En la vida compartida.
Siempre habrá motivos para sonreír sin prisa
En el aroma del café, en una inesperada brisa,
En los sueños que forjamos, en los que están por venir,
En el amor que entregamos,
En lo que está por descubrir.
Siempre habrá motivos en el cielo estrellado
En el mar que susurra, en el campo dorado,
En el abrazo sincero, en la palabra gentil,
En cada pequeño gesto que nos hace sentir.
Siempre habrá motivos, aunque el mundo se nuble,
En el arco iris después de la tormenta
En la esperanza que florece,
En la fe que persiste,
En el corazón que late,
En el ser que resiste.
Siempre habrá motivos en la canción que inspira,
En el arte que conmueve,
En la pasión que nos mira,
En la historia que vivimos,
En la que aún está por contarse,
En la fuerza de seguir, en la ilusión de soñar.
Siempre habrá motivos en el viaje y su senda,
En la belleza del mundo, en cada alma que emprenda,
En el valor de levantarse,
En el placer de intentar,
En la simple maravilla de estar y amar.
Siempre habrá motivos para vivir y ser feliz
En cada instante pleno,
En cada sueño que alza el vuelo,
En la magia de existir,
En la luz que nunca muere,
En el milagro de sentir que el corazón aún puede.
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