Gabriel Gamar
Conservar buenos amigos es como mantener un tesoro invaluable. Ellos no solo comparten nuestras alegrías y triunfos, sino que también nos sostienen en momentos de dificultad. La lealtad, el apoyo y la comprensión que brindan enriquecen nuestras vidas de maneras inestimables, recordándonos que en este viaje nunca estamos solos. La verdadera amistad es un pilar de fortaleza y un faro de esperanza que ilumina nuestro camino, y conservar a esos amigos es esencial para nuestro bienestar emocional y espiritual.
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