POR: GABRIEL GAMAR
Te extraño envuelta en la neblina
como una silueta entre las hojas verdes,
como el silencio de la noche fina
que a mi alma solitaria sorprende.
En cada rincón de esta ciudad dormida
donde la bruma abraza cada esquina,
te busco en el murmullo de la vida
te anhelo en cada gota matutina.
Los cerros te recuerdan, silenciosos
en su verdor, tu risa aún resuena,
y el viento trae tus pasos presurosos
que en la distancia mi corazón anhela.
Te extraño en el jardín, donde las flores
suspiran tu aroma al despertar,
en el café que, entre vapores
dibuja tu rostro en la taza al reposar.
La neblina es un manto de recuerdos
un velo que acaricia con nostalgia,
te siento en cada sombra, en los senderos
donde tu ausencia mi ser abraza.
Te extraño envuelta en la neblina
como un sueño que el alba disuelve,
como el suspiro que el viento inclina
como el amor que mi pecho envuelve.
En el crepúsculo, cuando el día se despide
y la neblina cubre la ciudad,
te extraño más, mi corazón lo pide
te llama en la penumbra ¿Dónde estás?
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura.
