GABRIEL GAMAR
El placer de vivir se percibe a cada instante
En el suave aroma del pan recién horneado,
Cuando el paladar saliva entre mil sabores
Y el alma se deleita en el acto de comer.
Dormir es entregarse a un cielo de sueños
Donde el cuerpo reposa y la vida se aquieta,
Un suspiro de paz, un abrazo sin fin
Que nos envuelve en un manto sereno.
Respirar es el ritmo que nunca cesa
Un vaivén de vida en cada aliento,
Es sentir la brisa que acaricia la piel
Y saber que estás vivo en este instante.
Sentir es el roce de lo inmenso en tu ser
La piel que vibra con el sol y el viento,
Es el latido acelerado frente a la maravilla
Y la lágrima que cae ante la belleza.
Amar es el regalo que el corazón despliega
Es entrelazar miradas, manos y sueños,
Es un fuego suave que nunca se apaga
Y que alimenta con su luz cada abrazo.
Pasear es el placer de vagar sin rumbo
Descubriendo el mundo con cada paso,
Es caminar al lado del mar sin tener prisa
Y sentir que la vida es un viaje sin fin.
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