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+ El rescate del SSSTEV, un logro para trabajadores de la educación.

+ Felipe Sosa Mora, la marca del pasado que se busca desterrar

Miguel Valera

El 09 de septiembre de 1944 en la Gaceta Oficial número 109 se creó el Seguro Social del Magisterio Veracruzano, una institución que más tarde daría origen a lo que ahora conocemos como el Seguro Social de los Trabajadores de la Educación del Estado de Veracruz (SSSTEV) o Seguro del Magisterio, luego de expedirse la Ley número 4 el 15 de mayo de 1967. Es esta un institución que cumple ya 80 años al servicio de las y los trabajadores de la educación en nuestro estado.

Estos datos los refirió ayer miércoles, en el patio central de Palacio de Gobierno en Xalapa, el director general Francisco Enrique Pérez Carreón, quien ante el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, hizo un recuento de los logros de esta institución al seguir las políticas de orden, austeridad y buen manejo de los recursos, impulsada por el propio mandatario veracruzano.

Así estaba el SSSTEV hace seis años: “sumergido en deudas, con expedientes sin dictaminar, con expedientes ocultos, reportando mes tras mes entre los 300 y 400 mil pesos de pérdidas, viajes al extranjero para recibir supuestos premios, por manejar una institución saqueada y así podría citar muchísimos más temas, como una Reserva Técnica disminuida sin retorno, bolsa de crédito desfondada, pólizas sin pagar con ocho años de aplazamiento por más de 76 millones de pesos, un fondo de beneficios complementarios con 11 años de rezago con más de 700 millones de pesos comprometidos de pago”.

¿Qué es lo que hizo Francisco Enrique Pérez Carreón al llegar a esta institución para poner orden? Apretarse el cinturón, planeación, seguimiento y evaluaciones. Eso le permitió llegar hoy con un “SSSTEV totalmente transformado”, presumió, en un evento en donde por cierto reconoció el apoyo del secretario de Finanzas José Luis Lima Franco. Así, su gasto corriente se alineó “a la política de austeridad, el buen uso de los recursos y los gastos no esenciales, fueron de las primeras acciones fundamentales”.

“Eliminamos gastos de telefonía —enlistó—, gastos de vehículos institucionales. Dimos de baja aviadores y personal de la institución que trabajaba en las casas de los directores y de los altos funcionarios del SSSTEV. Se eliminaron viajes de representación, que yo diría de diversión, a congresos y foros. Suspendimos y dimos fin a la cajita feliz donde se repartía millón y medio de pesos en efectivo entre los altos ejecutivos con recursos y cargos al SSSTEV”.

¿Se imagina usted, amable lector, todo lo que se pudo hacer con ese dinero en pro de los trabajadores de la educación? Pero bueno, Pérez Carreón se echó un largo discurso de logros y resultados, de acciones concretas y puntuales para rescatar esta institución que ya cuenta con 80 años de existencia.

Felipe Sosa Mora, huella del pasado en el SSSTEV

Y como los aplausos —solía decirme un viejo maestro— siempre son en contra de alguien, el que fue repudiado, por todas las acciones que intentó emprender en esta institución fue Felipe Sosa Mora, un “operador político”, mal recordado por la saga “ladrones de elecciones” que se vivió en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Ahora, metido al equipo de quien será la nueva secretaria de Educación, la senadora Claudia Tello Espinosa, el personaje anda escondidillo para que nadie le recuerde sus pecados del pasado.

Institucional como es, Francisco Enrique Pérez Carreón no lo mencionó, ni lo refirió. Para nada. Sin embargo, a quienes tenemos memoria no se nos debe olvidar que el personaje estuvo ahí enquistado y entre el mar de denuncias e irregularidades que se han ventilado durante su gestión como director de Administración de esta noble institución, hizo uso del cargo, por ejemplo, vender al menos cinco plazas de a 200 mil pesos cada una, al Sindicato Unificador de Trabajadores al Servicio del Estado y del Magisterio (Sutsem), que preside Ricardo Díz Herlindo. Este hecho generó movilizaciones hace algunas semanas de parte de los defraudados.

Para ello, el personaje de marras se alió con Heriberto Fernández Mendoza, otro personaje aparentemente cercano a Claudia Tello Espinosa, pero que, en 2018, presidió la Asociación Política “Generando Bienestar” (GB), de Gerardo Buganza Salmerón, en apoyo abierto al entonces candidato Javier Duarte de Ochoa. El mar de irregularidades cometidas lo llevó a perder del registro de esa AC aunque eso ya no le interesaba porque el panista cordobés lo llevó a ser Coordinador de Asesores de la Secretaría de Gobierno.

Felipe Sosa Mora también tejió alianzas con Jesús Guillermo Arévalo Owseykoff, director General de Conalep, acusado de diversas irregularidades en esta institución, pero que se le pegó a Claudia Tello Espinosa para recibir el manto guinda sagrado de la purificación. Claro, en campaña no dudó en acercarse al candidato de la alianza PAN-PRI-PRD, José Francisco Yunes Zorrilla a quien veía como seguro ganador. Hay fotografías que registran este hecho.

A Guillermo Arévalo Felipe Sosa Mora le pidió que “salvara a su esposa”, Jennifer Guadalupe Castro Campillo, empleada del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), investigada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ya que ostenta un cargo sin tener título profesional, lo que le obligaría, de aplicarse la ley, a regresar los recursos recibidos fuera de lo que marca la legalidad.

Hace algunas semanas la señora Jennifer Guadalupe Castro Campillo fue despedida del puesto que ostentaba, con oficio en mano, en donde se le pide regresar a las arcas del CONALEP lo más de 500 mil pesos devengados ilegalmente. Ante de salir de la institución, nos cuenta un testigo del hecho, furiosa, gritando y manoteando, amenazó a todos los trabajadores: “Mi marido (Felipe Sosa Mora) va a llegar a un alto puesto en la SEV y yo me voy a cobrar esto que me están haciendo, muertos de hambre”.

Jesús Guillermo Arévalo Owseykoff le pidió a Felipe Sosa Mora que se calmara, que todo “estaba arreglado”, que “no hicieran olas” con este caso menor, porque lo que viene será mucho mejor. En el círculo cercano, él ya se manejaba que sería el Subsecretario de Educación Media Superior y Superior, el mismo que tuvo su mal logrado aliado, Jorge Miguel Uscanga Villalba. Ya sabemos que no llegó.

La historia es larga y da para más entrega. Por hoy, tan tan.

@MValeraH

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