Por Santiago de León
El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría implicar grandes cambios en la relación con México, sobre todo en áreas como el comercio, la migración y la seguridad. Trump ha propuesto políticas que buscan reducir la migración hacia EE. UU., lo que presionaría a México para intensificar sus propias medidas de contención en la frontera sur. También se prevé que con su regreso al poder impondrá restricciones y aumentará las deportaciones, lo que traería desafíos sociales y económicos a México.
En términos comerciales, aunque el T-MEC sigue vigente, Trump ha expresado su interés en renegociar tratados comerciales y ha mencionado la posibilidad de aplicar aranceles adicionales. Esto afectaría a sectores clave de exportación mexicana, como el automotriz, electrónico y agrícola. Además, la política de «Estados Unidos primero» de Trump podría frenar la inversión en México si prioriza la producción estadunidense.
En el ámbito de la seguridad, es posible que Trump busque involucrar más a México en esfuerzos conjuntos para combatir el narcotráfico, y podría presionar para que México actúe con más rigor en la frontera, sobre todo contra el tráfico de fentanilo, un tema crucial en su campaña. Este enfoque podría demandar recursos adicionales y cambios en las políticas de seguridad mexicana.
ESTRATEGIA DE SEGURIDAD Y COMBATE AL NARCOTRÁFICO
Donald Trump planea aplicar una estrategia de seguridad enfocada en una ofensiva contra el narcotráfico y las organizaciones criminales en México. Entre sus propuestas se incluye la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, lo cual permitiría al gobierno estadunidense emplear herramientas legales de combate al terrorismo para actuar contra estos grupos, como congelar sus activos en EE.UU. y sancionar a sus colaboradores internacionales.
Otra iniciativa contempla establecer una fuerza multinacional de seguridad para frenar el flujo de drogas como el fentanilo, el cual es una de las principales causas de sobredosis en EE.UU. Esta estrategia busca consolidar una alianza internacional de países para presionar a los cárteles y, según algunos expertos, refleja una visión de seguridad nacional donde México es percibido como un socio crucial en el combate al tráfico de sustancias prohibidas.
Sin embargo, esta perspectiva también trae retos, ya que México y sus aliados en EE.UU. prefieren una estrategia colaborativa y menos intervencionista, en contraste con las tácticas de mano dura propuestas por Trump.
En resumen, el retorno de Trump representa una nueva fase de desafío para México, ya que requerirá adaptarse a un endurecimiento de políticas en migración y comercio, y a una dinámica de mayor tensión en la relación bilateral.
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