TIEMPOS VERBALES DE CAMPAÑA
Gilberto Peralta
El futuro simple del indicativo se convierte en el tiempo verbal preferido por excelencia en la jerga política de los candidatos en campaña. La primera persona del plural se convierte en el sujeto de la oración y el YO pasa a ocupar una segunda categoría.
VEAMOS EL SIGUIENTE EJEMPLO:
«Haremos de nuestra ciudad una ciudad digna de sus habitantes.
Lograremos erradicar la pobreza por medio de un programa de empleo, que garantice un mejor nivel de vida de nuestro pueblo.
Impulsaremos que la democracia sea transparente, austera y digna de un pueblo que ya merece justicia y desarrollo.
Cumpliremos con los postulados del partido que nos ha traído dignidad social e igualdad de oportunidades.
Haremos de nuestra ciudadanía una patente inviolable de los derechos humanos y lograremos que todos nuestros niños se desarrollen en escuelas dignas y de calidad, porque es la educación la fuente inspiradora de desarrollo de nuestras habilidades y nuestras virtudes.
Lograremos que cada maestro se convierta en paladín de la sociedad y en guía moral de la comunidad a la que sirve.
Construiremos campos deportivos y canchas para la práctica del deporte.
Ampliaremos los servicios de las bibliotecas públicas para que dejen de ser elefantes blancos y lugares solitarios.
Estaremos permanentemente atentos a los servicios de salud en todos los niveles sociales y estaremos al tanto siempre de que las medicinas gratuitas nunca falten en los centros de salud, clínicas y hospitales.
Rehabilitaremos las calles, mejoraremos el servicio de agua potable y el alcantarillado y evitaremos, de una vez por todas, el derrame de aguas negras que se vierten en nuestros ríos y nuestros mares.
Haremos que la pavimentación y el alumbrado de nuestra ciudad sea de primer mundo y garantizaremos que el servicio de energía eléctrica sea cien por ciento eficaz y evitaremos los apagones y la precariedad del servicio.
Incorporaremos y regularizaremos todas las colonias de nuestra ciudad a los servicios municipales para que ninguna familia de nuestra ciudad siga sufriendo de marginación y abandono.
Ampliaremos nuestros panteones para que todo mundo tenga un lugar que le garantice un descanso eterno, digno y en paz.
En fin… Me comprometo a que con el voto de la ciudadanía que me llevará al poder, gobernaremos a ras del suelo, cerca de la gente y abarcando más territorio con menos escritorio.
Tendremos el mejor gobierno municipal de todos los tiempos y erradicaremos la corrupción y el nepotismo de una vez por todas y, para siempre».
Todas estas frases se escucharán en los mítines de todos los candidatos, sin importar el partido al que pertenezcan.
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