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¡Qué alivio!

Desde que comenzó la pandemia del coronavirus, mucho se ha dicho y escrito al respecto. Se han hecho comentarios serios, muy serios y otros tantos incongruentes y fuera de lugar; sobre todo tomando en cuenta de quien vienen tales comentarios.

Al principio el gobierno no tomó tan en serio el hecho de que esta epidemia llegaría a nuestro país y se llegó a pensar que era una tomada de pelo, o bien que se trataba de un ardid para que los poderosos sacaran ventaja por sobre el resto de los países. Sin embargo, con el paso de los días y con solo ver las estadísticas diarias, hemos comprobado que la cosa viene en serio y que el COVID-19 puede contagiar a la mayor parte de la población en el mundo.

Muchos personajes de la política y de la vida pública se han expresado con seriedad al referirse a esta pandemia, pero otros tantos han tomado las cosas muy a la ligera, unos por ignorancia y otros por soberbia o por ganar las luces de los reflectores.

La más reciente frase pronunciada por el presidente de la República vino a mover conciencias, sobre todo porque muchos ya han sufrido en carne propia los estragos del coronavirus y más grave aún, otros han llegado a perder a un ser querido.

La frase que vino a colmar la paciencia de los mexicanos fue pronunciada por el mismísimo presidente: “El coronavirus nos vino como anillo al dedo” a lo que algunos analistas le han corregido aduciendo que más bien “nos vino como soga al cuello”.

Con mucha ligereza los integrantes de la 4ª Transformación han pronunciado una serie de frases que provocan reacciones entre la población que van de la risa, al desconcierto y hasta el enojo. En el mundo por supuesto que se han reído de los mexicanos, sin distinguir que no todos pensamos igual.

Entre las frases más incongruentes e inoportunas están las del presidente López Obrador, que se escucharon sobre todo al principio de la epidemia:

  • “El escudo contra el coronavirus es la honestidad”
  • “Salgan a comer con sus familias a las fondas y los restaurantes”
  • “Hay que abrazarse”
  • “Me la quería comer a besos” (lo dijo cuando besó efusivamente a una niña en una de sus giras).
  • “Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo”
  • “Yo les aviso cuando ya no puedan salir”
  • “El pueblo va a curar al pueblo”.
  • “Los conservadores son malos de malolandia”.
  • “Ahora hasta quieren llevar el conteo de los muertos”

Pero luego le secundaron Miguel Ángel Barbosa, gobernador de Puebla, quien afirmó con toda su sabiduría que: “Si son ricos tienen riesgo, los pobres ESTAMOS inmunes”; y luego vinieron sus recetas: “La mejor vacuna contra el coronavirus es un plato de mole de guajolote” y “Quien haya tenido coronavirus que se coma un caldo de pollo con su cebollita bien picoso” y “que se cuiden los borrachos”.

El teólogo y diputado Gerardo Fernández Noroña ha dado palabras de aliento al afirmar con toda su sabiduría y misticismo: “¿Qué les preocupa? Si se mueren van a ver a su Dios”.

El empresario Ricardo Salinas Pliego no se quiso quedar atrás y pronunció dos frases que harán historia: “La gente se cura sola, se contagia, pero no es mortal, la vida sigue y no es necesaria una cuarentena”. Luego por si no quedaron claras las cosas agregó: “No nos vamos a morir de coronavirus, nos vamos a morir de hambre”.

Y para rematar el científico y especialista en epidemiología Hugo López-Gatell, quien lleva la batuta en esta emergencia sanitaria, ha pronunciado frases que podrían servir para escribir una tesis y hasta podría ganar el premio Nobel de Medicina:

  • “El presidente no tiene fuerza de contagio porque tiene fuerza moral”
  • “Es mejor enfermar a 100 niños que a uno”
  • “Solo morirán el 2 por ciento de los mexicanos”.

Con estas frases ya nos sentimos mucho mejor y más seguros de que las cosas se están haciendo bien. Que la epidemia nos hará los mandados y que solamente morirán, según López-Gatell, el 2 por ciento de los mexicanos. ¡Qué alivio!

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Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar. www.gabrielgamar.com

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