Salinas de Gortari en una de sus polémicas y candentes reuniones con su gabinete legal, se discutían aspectos para su sucesión presidencial, dijo “no se hagan bolas” la trascendente frase que en la política se aplica cuando el dicho o lo dicho no tiene vuelta atrás, la instrucción o el mensaje está dado y hay que cumplirla. Más si lo ha expresado el Presidente de la república o quién lo represente, en este caso Hugo López Gatell.
No importa si la decisión es buena o no, si compromete o no, si funcionará o no, si será beneficiosa o no, si todos están de acuerdo o no, si en lo más importante para el país o no, para la sociedad o no, para la política o no… es una orden y hay que cumplirla…
Verá usted, resulta que, desde hace más de cuatro meses, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ha salido a la palestra mediática para tratar influenciar a la sociedad sobre el avance, control, progreso y desarrollo de la pandemia provocada por el Coronavirus-Covid 19 que tiene agobiado al país y, donde la información vertida por el Doctor Gatell, más que orientar y crear conciencia de supervivencia, atendiendo la reglas, más bien confunden a la población que, estos, minimizan el problema provocado por los contagios.
A esto se suma la cobertura mediática de los compañeros periodistas que asisten, día con día, a las conferencia de López Gatell, a oír un discurso que capturan y transcriben en notas periodísticas que han perdido el interés público, ya las noticias no son sobre el control de la enfermedad o lo más cercano, sino que sólo se circunscriben al número de fallecidos y contagios.
La información sobre la experiencia de los médicos al enfrentarse a la enfermedad, sin duda, han dejado conocimiento y el personal del sector salud, ahora, tiene más experiencia para tratar a los pacientes, le dan mayor seguimiento a los contagiados que llegan a los hospitales, los mismos doctores y personal médico conocen más, el resultado de los enfermos curados y los negativos pasan a segundo término porque los enfermos sanos son una pequeña minoría de todos los muertos que arroja el COVID-19 diariamente.
No hay dato que ayude, a López Gatell, para sostener la nube distractora sobre la información que no genera certidumbre, sino todo lo contrario, y aunque hay muchos que admiran y sostienen que los datos vertidos en la conferencia diaria, incluido el Presidente de México, los verdaderos analistas y gente que interpreta correctamente las cifras y avances de la enfermedad, sin derecho a réplica, consideran que las estadística y avances sobre la enfermedad en México, no coinciden, se sesgan y cofunden a los espectadores de la conferencia diaria de López Gatell.
Ayer mismo, López Gatell, se esconde en los datos internacionales y comparó la cifra de contagios y el tiempo que llevó a México y a otros países llegar al pico de la enfermedad de casos confirmados por cada millón de personas, cuando este dato está condicionado al número de pruebas que realiza cada región o país, entre mayor sea el número de pruebas, mayor será el número de contagios y México es uno de los países con menos pruebas realizadas para detectar COVID-19, pero con mayor número de contagios.
Para ser más claro, intentaré explicar los países que López Gatell, escogió para tratar de dorar la píldora a los mexicanos crédulos que consideran que “mal de muchos…” e, insisto, esconderse en los datos y salir airoso de la conferencia.
México es uno de los países que menos pruebas realiza y tiene 517 mil 714 casos confirmados; al 10 de agosto, nuestro país efectuaba 08 pruebas por cada mil habitantes, por lo tanto no se sabe a ciencia cierta el número de contagios que circulan por las calles en las ciudades de nuestro país.
Y llama mucho la atención que el crecimiento de contagios, mantenga a los estados con medidas sanitarias extraordinarias y que la cifra oficial de datos que, el sector salud, ofrece diariamente a través de las conferencias vespertinas con López Gatell y otros médicos, sigan hablando de un plan “B”, de aceptar el uso de cubrebocas, de regresar a la sana distancia, de evitar aglomeraciones, etcétera, significa que las cosas siguen sin control.
Muchos de los mexicanos ya están de acuerdo o resignados que la vacuna e Astra Zeneca, la U de Oxford y la Fundación Slim, pongan en producción la vacuna contra el COVID-19, sobretodo, todos los escépticos que han subestimado a la pandemia y que cotidianamente siguen en sus actividades y frecuentando aglomeraciones.
Ellos los irresponsables y “los no pasa nada”, tiene ya puesta la esperanza de que la vacuna, en el caso de que llegarán a contagiarse, será el remedio para actuar en consecuencia y erigir a la irresponsabilidad como un “ya ven, como no pasa nada”.
Y así, cerramos una semana más, un mes más, con la incertidumbre de qué pasará la semana que viene, el país entra paulatinamente en todos los estados al color naranja de semáforo, lo que significa más apertura de negocios y el regreso a las actividades económicas no esenciales para reactivar la economía y algunos sectores como el turismo y la burocracia, para regresar a la cotidianeidad.
Por consiguiente:
Las restricciones siguen y aunque se han minimizado en el fondo, todos sabemos que los contagios están latentes en todos los espacios a que la gente ocurre, las cifras de las CONFERENCIAS DE López Gatell, son para mantener a la ciudadanía dentro de sus casas, sin embargo, el riesgo es inminente ante la dinamización del país, nuevamente.
Puente sumergido
Pero, ya tenemos un minuto de silencio en su honor, en el caso de fallecer, “no se hagan Bolas” pues.