Crece en México la cifra de menores entre 8 y 10 años de edad y de adolescentes que ya la padecen.
El factor detonante es tener sobrepeso u obesidad.
Aun cuando más de medio millón de niñas y niños en México padecen diabetes tipo 1 y la tipo 2 va en ascenso, la esperanza del combate a esta enfermedad crónica se encuentra en los propios chicos al lógicamente estar menos tiempo expuestos a malos hábitos alimenticios si a diferencia de sus padres aprenden a comer sanamente y, por lo tanto, tendrían un mejor desarrollo.
Así lo expuso Ana Lilia Rodríguez Ventura, académica de la Facultad de Medicina, al intervenir en el programa Más Salud, en víspera del Día Mundial de la Diabetes que se conmemora el 14 de noviembre.
Nuestro país ocupa el sexto lugar mundial en el número de personas que padecen esta enfermedad, existen 542 mil niños que viven con diabetes tipo 1 y casi 78 mil infantes la desarrollan cada año. En 2016 la incidencia de diabetes tipo 2 fue de 2.05 casos por cada 100 mil habitantes, en 2020 la cifra ascendió a 2.9 casos.
Desde hace muchos años, señaló la también pediatra y endocrinóloga del Hospital Infantil de México Federico Gómez, la diabetes tipo 2 prevalece en personas mayores de 40 años, pero “lo más alarmante es que niños de entre 8 a 10 años de edad, así como adolescentes, ya la padecen”.
“Antes de los años 90 del siglo pasado, de cada 100 pequeños con diabetes que teníamos únicamente dos por ciento correspondía a la tipo 2, y ahora ha aumentado hasta 22 veces más, y eso es grave porque esta modalidad sí se puede prevenir, no así la tipo 1. Como sociedad no podemos permitir que se esté presentando esto en la población infantil”, subrayó.
Enfermedad multifactorial
La especialista universitaria indicó que la diabetes es un mal crónico en el que se elevan las concentraciones de lipasa en sangre, y aunque hay cuatro grupos o modalidades, la tipo 1 (T1) es la de mayor incidencia en pequeños.
“Esta es una enfermedad multifactorial, en la cual influyen tanto los aspectos genéticos como los factores ambientales”, destacó.
En el caso de la diabetes T1 en niños no se sabe aún con precisión cuáles son las causas biológicas; hay muchas teorías, se habla de la exposición temprana a fórmulas lácteas e infecciones por algunos virus, donde las moléculas extrañas ocasionan que las células beta encontradas en el páncreas, se “autodestruyan”, lo que imposibilita la autorregulación de la glucosa.
En el caso de la tipo 2 influye más el factor ambiental, aquí media, por ejemplo, si la madre lleva su embarazo con diabetes gestacional, lo que incrementa las posibilidades de que su hijo también pueda tenerla.
La doctora en Ciencias Médicas agregó que también es un factor nuestro tipo racial o haber nacido macrosómicos, es decir, niños con un peso mayor a cuatro kilogramos, o también por debajo de los 2.5 kilogramos. Asimismo, la prematurez es otra condición de riesgo, además de la falta de lactancia, pero ante todo la obesidad.
Factores, signos y síntomas
Lo más laberíntico de este padecimiento en niños es que en la mayoría de las ocasiones no presentan síntomas y eso retrasa el diagnóstico, dijo la experta.
“Sin embargo, en el caso de la tipo 1, sí puede contarse con un cuadro agudo, incluso a veces con días o semanas de evolución, con una triada de síntomas: mucha sed y apetito, deseo constante de orinar, acompañado de una pérdida de peso. En el caso de la tipo 2 es más insidioso, se da poco a poco”, detalló.
En la diabetes tipo 2 en niños, el factor detonante es tener sobrepeso u obesidad. La adiposidad que se presenta por exceso de grasa causará la inflamación en todos los órganos, lo que deteriora el funcionamiento de las células beta, y haya resistencia e incluso deficiencia en la producción de la insulina, abundó.
Ante esto, concluyó, es importante convencer a los padres de estas niñas y niños de que estén tranquilos, porque hay mucha negación a la enfermedad de parte de ellos, “lo que más afecta la calidad de vida de los pequeños son los conflictos que se generan en su cuidado”.