AGOREROS DEL DESASTRE
CONTRASEÑAS
Miguel Valera
+ Noroña siendo Noroña; la justificación del hallazgo en el rancho Izaguirre.
+ Teuchitlán, ¿el Auschwitz mexicano?, refiere el párroco Gustavo Nabel.
+ Grupo criminal se enoja: ¿Por qué intentan perjudicar al CJNG con mentiras, historias inventadas y sin fundamento?, grita un encapuchado en video.
Miguel Valera
El hallazgo de lo que podría considerarse un “campo de exterminio” de un grupo delictivo, en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, una población ubicada a 50 kilómetros de Guadalajara, ha generado una oleada de indignación y una polémica mediática de quienes pretenden negar desde el poder este presunto hecho y de quienes buscan respuestas sobre la desaparición de sus familiares, como es el caso del grupo “Guerreros Buscadores de Jalisco”.
En una transmisión que realizó a través de sus redes sociales, el senador Gerardo Fernández Noroña, hombre crítico del sistema —antes de que fuera del sistema— acusó a la derecha de promover una campaña “ruin” contra el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Noroña es Noroña y tiene que cumplir su papel.
“La verdad es que lo prudente sería salirse del golpeteo que traen los medios pero sería un acto de cobardía, porque están en una campaña deleznable, la derecha, usando el dolor y el sufrimiento de personas que tienen familiares desaparecidos”, dijo al iniciar una transmisión el pasado 17 de marzo poco después de las 21 horas.
Se han montado en esto —añadió— “para tratar de hacer todo el daño posible, descarrilar, si se puede, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. No van a poder. Pero ese es evidentemente el objetivo. El que tenga ojos para ver que vea”, refirió, citando por su nombre a presuntos agoreros del desastre, comunicadores que han referido sus puntos de vista, sus visiones, sus ángulos noticiosos.
“Están en una campaña verdaderamente infame, diciendo cosas que uno no he dicho. Actúan ruinmente, porque están desesperados. Quieren usar esto. Creen que es oportunidad para abrirle la puerta a Estados Unidos y entrar a México. No podrán. Siguen sin entender la fuerza del pueblo, su nivel de conciencia y politización, lo que la gente está viendo y pensando. Creen que las redes es el país”.
¿Qué acaso los buscadores de desaparecidos no son pueblo? ¿La madre que busca a su hijo, el padre que busca a su hija, la hermana que recorre las calles para encontrar a la hermana, no son pueblo? Yo entiendo perfectamente la posición del Senador Presidente Gerardo Fernández Noroña. Entiendo también a quienes se montan en la campaña mediática para criticar al gobierno en turno, pero, ¿quién entiende al que busca? ¿Qué empatía tenemos como personas y/o como sociedad con el que lleva cargando el dolor más profundo que un ser humano puede tener, que es el de la ausencia de un hijo?
Más allá de esta perorata apologética, porque insisto, el personaje de marras tiene que hacer su chamba, por eso lo han puesto ahí, por eso recibe grandes cantidades de dinero del pueblo a modo de salario.
Sobre estos hechos, me llama la atención una nota que leo en la BBC, en donde el cura del pueblo, Jaime Gustavo Nabel, le dice al reportero Daniel Pardo que “el nombre de Teuchitlán está en el ojo del huracán del mundo… Dicen que somos el Auschwitz mexicano, el infierno en la tierra, la herida abierta de la humanidad, y no, Teuchitlán no es el asesino ni el culpable de este horror”.
El clérigo tiene razón. Además, conoce a su pueblo, a su gente. Considera que se ha satanizado el hecho, porque su gente es buena y noble. Nadie dice lo contrario. Desde el hallazgo, la vida ha cambiado en esta población. Antes llegaban 100 turistas y ahora poco más de 20, le dicen, mientras el comunicador describe que “la sensación en el municipio no es la de una emergencia: los niños juegan en las calles, los campesinos se reúnen en plaza a compartir el atardecer y las madres llevan a sus hijos a tarde de catequesis”.
Y luego, coloca el testimonio de Sol Rivera: “No es que haya negación o falta de empatía —dice, sonriente—, sino que nosotros no somos eso y más bien queremos seguir mostrando a las madres que estamos con ellas, que les tenemos respeto y admiración por todo lo que han hecho”. ¡Eso debería de decirle al señor Gerardo Fernández Noroña!
Otro hecho que me pareció delicado, es un video que logré ver en donde, presuntamente, el llamado Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se indigna por esa campaña de desprestigio que lo involucra en estos hechos. Encapuchado, armado, con 50 hombres detrás de él, un hombre le reclama a los integrantes de “Guerreros Buscadores de Jalisco”.
Así sus palabras: “Lo que hicieron fue idear una película de terror para causar furor en las redes sociales. ¿Qué están escondiendo? ¿Quién las respalda? ¿Por qué intentan afectar al Cartel Jalisco Nueva Generación con mentiras e historias inventadas y sin fundamento”, grita, para añadir: “Ciertamente pertenecemos al crimen organizado, pero nos regimos bajo códigos. Soy padre, hijo, hermano y esposo y comprendo el dolo y la angustia por la que están pasando, pero no es la manera de hacerlo y distorsionar la realidad”.
“¿Qué buscan? Jalisco está tranquilo. No hay secuestros y hay cero homicidios en comunidades rurales y se puede presumir que el pueblo está en paz y está tranquilo. ¿Qué quieren? Otro Sinaloa donde se rompió la paz social: secuestros, homicidios y tener que emigrar a otro estado o a otro país para poder estar tranquilo?”
“Quiero pedir disculpas a nombre de mi persona y de mis compañeros por presentarme con armas exclusivas de uso del Ejército. En ningún momento se hizo con la intención de amenazar o intimidara a nadie. Es para demostrar y desmentir los falsos testimonios de los cuales se nos acusa”, asienta.
Ni hablar, que los hechos hablen por sí solos.
@MValeraH

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