La clavadista mexicana Alejandra Orozco tuvo un debut de plata en Londres-2012 junto a su entonces dupla y «heroína» Paola Espinosa, una competencia olímpica a la que dijo adiós doce años y cuatro Juegos después en París-2024 con sabor «agridulce».
La clavadista mexicana Alejandra Orozco tuvo un debut de plata en Londres-2012 junto a su entonces dupla y «heroína» Paola Espinosa, una competencia olímpica a la que dijo adiós doce años y cuatro Juegos después en París-2024 con sabor «agridulce».
Llevándose las manos al corazón y con un largo abrazo a su entrenador, Iván Bautista, ‘Ale’ se despidió a sus 27 años de los Juegos en el Centro Acuático Olímpico de Saint-Denis, al norte de París, tras realizar un fallido clavado de dificultad 3.2.
«La verdad que un clavado no me define. Lo quería hacer mejor», reconoció a la prensa entre risas Orozco. «Estaba muy emocionada, hasta temblaba de saber que era el cierre de muchas cosas, de muchos años, de un proceso también que fue difícil», explicó.
Su camino hasta Francia no fue fácil y no sólo por una operación de hombro que la alejó de las competencias internacionales durante dos años, justo después de lograr el bronce junto a Gabriela Agúndez en clavados sincronizados desde la plataforma de 10 m en Tokio-2020.
La falta de recursos, por un conflicto entre la Comisión Nacional del Deporte (Conade) y World Aquatics, obligó a varios clavadistas a buscar fórmulas para financiar sus viajes internacionales, como crear una marca de café y abrir cuentas en OnlyFans.
La dupla azteca se llegó incluso a plantear subastar sus preseas de Tokio para estar en París-2024, pero el apoyo de empresas privadas les permitió conservarlas y viajar al Mundial de Fukuoka en 2023, donde se consiguieron los cupos olímpicos para México.
Y pese a dejarlo «todo» en la plataforma, se marcharon de Francia sin metal. «Así son los Juegos (…) es un sentimiento agridulce», dijo el miércoles la experimentada clavadista, tras quedar quinta en la final de sincronizados junto a Agúndez.
Pero desde la veteranía de quien disputó sus cuartos Juegos, Orozco los disfrutó, compartiendo plataforma con «compañeras» que inician. «Las veo con esa hambre, con esa energía y también me la contagian. Eso es lo bonito ahorita de la plataforma femenil», explicó.
Su octavo puesto en la final individual de esta disciplina le impidió este martes cumplir su objetivo de igualar el hito de Joaquín Capilla, el medallista mexicano más laureado con 4 preseas, de lograr metales en tres Juegos Olímpicos diferentes.
«Ale solo Ale»
Con su lema de «clavado tirado, clavado pasado», la nativa de Zapopan y abanderada en París-2024 intentó en todo momento remontar en una clasificación dominada por las todopoderosas chinas Quan Hongchan y Chen Yuxi.
Pero se despide feliz de su carrera olímpica iniciada en Londres, cuando se convirtió con 15 años en la medallista mexicana más joven: «Cada victoria o cada derrota me dio un nuevo impulso para seguir», aseguró Orozco, que espera ser recodada por su «resiliencia».
A lo largo de su competencia en Francia, la cinco veces medallista en los Juegos Panamericanos –un oro, dos platas y dos bronces– ha contado con el apoyo de su familia, que la animó con matracas, y del público mexicano presente en la alberca.
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Alejandra Orozco, un «agridulce» adiós olímpico para un icono de los clavados en México
La clavadista mexicana Alejandra Orozco tuvo un debut de plata en Londres-2012 junto a su entonces dupla y «heroína» Paola Espinosa, una competencia olímpica a la que dijo adiós doce años y cuatro Juegos después en París-2024 con sabor «agridulce».
La clavadista mexicana Alejandra Orozco tuvo un debut de plata en Londres-2012 junto a su entonces dupla y «heroína» Paola Espinosa, una competencia olímpica a la que dijo adiós doce años y cuatro Juegos después en París-2024 con sabor «agridulce».
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Llevándose las manos al corazón y con un largo abrazo a su entrenador, Iván Bautista, ‘Ale’ se despidió a sus 27 años de los Juegos en el Centro Acuático Olímpico de Saint-Denis, al norte de París, tras realizar un fallido clavado de dificultad 3.2.
«La verdad que un clavado no me define. Lo quería hacer mejor», reconoció a la prensa entre risas Orozco. «Estaba muy emocionada, hasta temblaba de saber que era el cierre de muchas cosas, de muchos años, de un proceso también que fue difícil», explicó.
Su camino hasta Francia no fue fácil y no sólo por una operación de hombro que la alejó de las competencias internacionales durante dos años, justo después de lograr el bronce junto a Gabriela Agúndez en clavados sincronizados desde la plataforma de 10 m en Tokio-2020.
La falta de recursos, por un conflicto entre la Comisión Nacional del Deporte (Conade) y World Aquatics, obligó a varios clavadistas a buscar fórmulas para financiar sus viajes internacionales, como crear una marca de café y abrir cuentas en OnlyFans.
La dupla azteca se llegó incluso a plantear subastar sus preseas de Tokio para estar en París-2024, pero el apoyo de empresas privadas les permitió conservarlas y viajar al Mundial de Fukuoka en 2023, donde se consiguieron los cupos olímpicos para México.
Y pese a dejarlo «todo» en la plataforma, se marcharon de Francia sin metal. «Así son los Juegos (…) es un sentimiento agridulce», dijo el miércoles la experimentada clavadista, tras quedar quinta en la final de sincronizados junto a Agúndez.
Pero desde la veteranía de quien disputó sus cuartos Juegos, Orozco los disfrutó, compartiendo plataforma con «compañeras» que inician. «Las veo con esa hambre, con esa energía y también me la contagian. Eso es lo bonito ahorita de la plataforma femenil», explicó.
Su octavo puesto en la final individual de esta disciplina le impidió este martes cumplir su objetivo de igualar el hito de Joaquín Capilla, el medallista mexicano más laureado con 4 preseas, de lograr metales en tres Juegos Olímpicos diferentes.
«Ale solo Ale»
Con su lema de «clavado tirado, clavado pasado», la nativa de Zapopan y abanderada en París-2024 intentó en todo momento remontar en una clasificación dominada por las todopoderosas chinas Quan Hongchan y Chen Yuxi.
Pero se despide feliz de su carrera olímpica iniciada en Londres, cuando se convirtió con 15 años en la medallista mexicana más joven: «Cada victoria o cada derrota me dio un nuevo impulso para seguir», aseguró Orozco, que espera ser recodada por su «resiliencia».
A lo largo de su competencia en Francia, la cinco veces medallista en los Juegos Panamericanos –un oro, dos platas y dos bronces– ha contado con el apoyo de su familia, que la animó con matracas, y del público mexicano presente en la alberca.
«Puso en alto el deporte mexicano» y dio «todo el impulso» a los más pequeños «para que tengan un ideal», dijo a AFP Jaime Guzmán, de 60 años, quien compró junto a su esposa y su hija entradas para la final individual femenina, seguros de la presencia de mexicanas.
Pese a su retirada, el equipo de clavados, el que más metales olímpicos ha dado a México, sigue con bazas de aumentar el medallero. Además de Agúndez, quien deberá buscar una nueva dupla, Osmar Olvera, de 20 años, aparece como la esperanza dorada. En París-2024 ya fue plata.
Tras iniciarse en los clavados con 9 años, el futuro para Orozco se anuncia por ahora «descansando» y junto a su familia. «Quiero vivir con ellos, disfrutarlos, apapacharlos» y conocer «el otro lado de la moneda», pasar de la «Ale deportista» a «una Ale solo Ale».