Por Gabriel Gamar
En el rincón del tiempo, donde los suspiros flotan
Hay amores que no mueren, aunque vuelen
Brillan en el firmamento de los recuerdos
Como historias que perduran dejando huellas.
Hay amores que no mueren, que se resisten al olvido
Que siguen navegando hacia un destino imprevisible,
Y vuela el amor atravesando mares de melancolía
Negándose a morir desafiando las despedidas.
Hay amores que no mueren, solamente se transforman
Y se quedan ahí latiendo como un corazón herido.
Atravesando distancias y desafiando al destino
En un eco extraviado en el laberinto del alma.
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