Formado por 71 investigadores, 82 técnicos académicos, 10 catedráticos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y 18 posdoctorantes, el Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM en 2021 publicó 251 artículos indizados en Web of Science y Scopus, cifra que superó los 196 logrados en 2020.
El año pasado, sus especialistas dirigieron 40 tesis: 21 de licenciatura, nueve de maestría y 10 de doctorado, además de que la entidad otorgó 70 becas: 33 con ingresos extraordinarios, 26 con proyectos externos y 11 con el renovado Programa Silvia Bravo, informó José Luis Macías Vázquez, director de la entidad.
Al rendir ante su comunidad su primer Informe de Actividades, detalló que en 2021 hubo 78 estudiantes de servicio social y se fortalecieron nuevos proyectos Conacyt, como los laboratorios de Geoquímica de Fluidos Geotérmicos, el Nacional de Clima Espacial y el de Química Analítica.
En una ceremonia híbrida celebrada desde el auditorio Ricardo Monges López del IGf, Macías Vázquez comentó que entre los objetivos de la entidad destacan impulsar a los académicos y los proyectos multidisciplinarios, continuar la descentralización, consolidar la creación del Centro Alterno de Monitoreo del Servicio Sismológico Nacional (SSN) y robustecer las capacidades de los servicios geofísicos.
También, fomentar el uso eficiente de los recursos económicos y humanos, consolidar el Museo de Geofísica y apoyar la difusión, divulgación y apoyo editorial.
En la Comisión Interna de Igualdad de Género se renovó y capacitó a los integrantes, se actualizó el reglamento y plan de trabajo anual, se recibieron asesorías por parte de la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) de la UNAM, y se planificó el diseño de un diagnóstico local en la materia.
Unidades académicas e investigación
En la Unidad Michoacán del IGf se aprobó el proyecto “Programa especializado de Laboratorio de Geoquímica de Fluidos”, se reactivó el Sistema de Gestión de Calidad de los laboratorios y se apoyó la evaluación del Geoparque Mundial de la UNESCO “Comarca Minera Hidalgo”, entre otras actividades.
En la unidad de investigación en Ciencias Espaciales se realizaron nueve sesiones del Club de Lectura entre investigadores y alumnos de posgrado, se participó en diferentes proyectos científicos internacionales apoyados por el International Space Science Institute y se continuó con la colaboración del grupo HAWC: the High Altitude Water Cherenkov Observatory, además de que se realizaron 16 eventos en redes sociales.
En ciencias naturales se realizaron las Cátedras Conacyt Exploración y Explotación sustentable de los acuíferos, y diversos proyectos PAPIIT para: Caracterización mediante modelación matemática del origen de nitratos de agua subterránea en la parte sur de la Ciudad de México; Monitoreo multitemporal de alta resolución espacial sobre subsidencias en el Valle de México; Mecanismos de remoción y estabilidad de arsénico en rocas calizas; Exploración geotérmica en la zona de vulcanismo intraplaca en el oriente de la Faja Volcánica Transmexicana; y Evaluación del potencial energético del sistema hidrotermal de Mesillas, Nayarit para aplicaciones directas de la energía geotérmica, entre otros.
En vulcanología se mantuvo un alto número de artículos publicados, que el último año sumaron más de 40; se impartieron numerosos cursos, talleres y seminarios; se reanudó el Programa de Charlas de Vulnacología; se remodelaron las instalaciones del Laboratorio de Sedimentología, y se reiniciaron actividades en la sala de microscopios, entre otras actividades, indicó.
En sismología, en el crucero “El Puma” se efectuó una expedición con ocho científicos de la UNAM y uno de la Universidad de Kioto, que recuperó el equipo OBS e hizo la instalación de nuevos equipos OBS y OBP. Se realizó un proyecto internacional con Japón para evaluar el potencial de tsunamis en las poblaciones costeras de México; se inició el proyecto KESTREL para la instrumentación de la Brecha de Guerrero mediante una red de acelerógrafos y sistemas GPS para estimar sismos; y se implementó el Sistema de Información Sísmica de la Ciudad de México, que pretende aglutinar todas las redes sísmicas de la capital del país.
En geomagnetismo y exploración geofísica se mantuvieron altos índices de productividad y se lograron importantes cargos para dos investigadoras en organismos internacionales. De los resultados importantes en sus investigaciones destacan la detección, caracterización e inventario de todas las localidades urbanas afectadas por el proceso de subsidencia del terreno debido a la extracción de agua subterránea en México; y la descripción de dos nuevas especies de diatomeas encontradas en los sedimentos lacustres de Chalco.
En radiación solar se evaluó el recurso desde imágenes de satélite, se hizo una regionalización a partir de los parámetros geográficos y climáticos; y se llevó a cabo la reconstrucción y el pronóstico de la actividad solar, entre otros estudios.
Respecto a los servicios geofísicos (mareográfico, solarimétrico, de geodesia satelital y de clima espacial) hubo 12 reuniones de trabajo, avances en los procesos de gestión de calidad, integración de una propuesta para la modificación del reglamento interno del IGf, promoción de proyectos conjuntos para crear una o más estaciones multiparamétricas en el país y mejoras en la presencia de los servicios geofísicos en la República mexicana.
Respecto al Servicio Sismológico Nacional, se espera que este año concluya la primera fase del Centro Alterno de Monitoreo en Hidalgo, adelantó el director.