JUAN: Soy, como tú, chiapaneco. Como mis tatarabuelos, bisabuelos, abuelos, padres, hermanos y sobrinos. Como todos los tuyos. Aun viviendo fuera de Chiapas, inclusive en el extranjero, seguiría amando intensamente la tierra donde mi ombligo fue enterrado por mi madre, de acuerdo a los usos y costumbres ancestrales. No me ciega la pasión, pero el fallo de la Suprema Corte, hace unos días, dando a Oaxaca la soberanía de Los Chimalapas -162 mil hectáreas-, que históricamente ha sido de Chiapas, me parece un craso error jurídico, una ignorancia supina de la historia y una ofensa a la soberanía de Chiapas.
Desde tus ancestros, tu familia se ha dedicado a la ganadería. Desde hace tantos años que las crónicas se pierden en la confusión, que si fue hace 90 años, o si fue hace 100 o 120. Allá tuvieron ranchos donde el ganado de leche y engorda era y es embarcado hacia el centro del país, y cultivaron la tierra para producir melón, maíz, frijol, etcétera.
Allá por el rumbo de Las Arenas, que conduce a Emiliano Zapata y Santa Brígida, es tierra de mujeres hermosas que no visten el traje de juchiteca, sino el de chiapaneca, y no por desprecio, sino porque se consideran chiapanecas.
Pero ahora resulta que todas esas tierras del antiguo “Xalisco” –zona arenosa, de playones-, hoy Arriaga, dice la Suprema Corte ya no son de Chiapas, sino de Oaxaca.
El periodista RUPERTO PORTELA dice ayer en su columna que, de acuerdo con el fallo de la Corte, Chiapas queda sin una parte de su territorio al perder el litigio que lleva desde el 2012 frente a Oaxaca, en disputa de la región de “Los Chimalapas”. Así lo están festejando desde la tierra de Benito Juárez García, mientras acá, hay lamentaciones y surgen presuntos culpables de omisión, ignorancia jurídica o simplemente por negligencia…
En el supuesto de que la SCJ haya fallado definitivamente, todavía puede haber una rectificación, pues habrá otra diligencia el próximo martes 16 de noviembre.
La cosa es que la Corte otorga a favor de Oaxaca la superficie de la región selvática de “Los Chimalapas” que comprende 160 mil hectáreas incluyendo lo que es el municipio “Belisario Domínguez”, colindante también con el Estado de Veracruz por la zona de Uxpanapa.
La Jornada del 11 de Noviembre de 2021 informa: “Por mayoría de diez votos, el Pleno de Ministros aprobó el proyecto elaborado por el ministro Fernando Franco González Salas, donde se señala que la línea divisoria entre ambas entidades: “»….iniciará en la barra de Tonalá, a los 16° de latitud norte en dirección noroeste hasta el cerro de Chilillo, de ahí con dirección noroeste hasta el cerro de la Jineta, y de ahí con rumbo noreste hasta el cerro de los Martínez»”…
Esto significa, viendo el trazo de la línea hacia el cerro del Chilillo, que los pueblos de La Línea, La Gloria, Emiliano Zapata y otras colonias rurales enclavadas en territorio chiapaneco por esos rumbos, como “La Jineta” y “Los Martínez” pasan al territorio de Oaxaca.
MANUEL VELASCO COELLO no supo o no quiso intervenir para resolver el litigio. Y este gobernador, RUTILIO ESCANDÓN, blandengue, pusilánime, que se doblega a su familia política de Tabasco, ni siquiera ha hecho ninguna declaración en defensa de su estado oponiéndose al fallo. Es más, el ahora senador y aspirante al gobierno de la entidad, EDUARDO RAMIREZ DE AGUILAR, cuando era presidente del Congreso Local (2015-1018) no quiso –ni lo desea- defender a Chiapas en el litigio, por negligencia o por ignorancia jurídica.
Este acontecimiento jurídico es inédito y queda para la historia. Los gobernadores JUAN SABINES GUERRERO –hoy cónsul en Orlando- y MANUEL VELASCO COELLO –hoy senador- pudiendo ofrecer pruebas en tiempo y forma para dirimir el conflicto de linderos de 2012, no lo hicieron.
Los ministros de la Corte tal vez se basaron en que desde la incorporación de Chiapas a México, no hubo mojoneras que marcaran los límites con Oaxaca, y dijeron “está fácil” y borraron en su fallo del jueves pasado la soberanía de Chiapas en los pueblos y pesquerías denominados “La Línea”, Zapata y “La Gloria”, que desde hace décadas dependen en todos los sentidos de los gobiernos municipal –de Arriaga- y estatal chiapaneco.
Es más, dentro de las 160 mil hectáreas que los ministros de la Corte le quitan a Chiapas hay extensos bosques y selvas, zonas ricas en minería y agua en abundancia que podrían ser la razón del despojo histórico por los intereses que hay atrás de todo ello; empero, los ranchos agrícolas y ganaderos sólo reconocen la autoridad de Chiapas. Nada menos, el viernes por la noche ejidatarios de la comunidad “Rafael Cal y Mayor”, municipio de Cintalapa, empezaron a armarse –hay fotografías donde aparecen con fusiles de asalto y rifles- para defender sus derechos y seguir perteneciendo a Chiapas.
La historia remonta a más de 200 años, cuando los oriundos de Santa María Chimalapa de origen zoque (la etnia de la región central de Chiapas) llegaron a colonizar esos bosques y selvas.
Esta flagrante violación de los derechos territoriales de un estado soberano (Chiapas) debe ser corregida, de lo contrario los chiapanecos tienen dos opciones: Acudir a la Corte Internacional y a la Comisión Internacional de Derechos Humanos de la OEA,
¡QUÉ COSAS! El INEGI revela que en México aumentó la pobreza (hay ya 70.9 millones de pobres) y disminuyó la clase media. México pasó de tener 53.4 millones de personas (42.7%) en clase media a sólo 47.2 millones (37.2%), entre 2018 y 2020, una disminución de 6.3 millones de mexicanos, según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares.
El Índice revela que en el último trimestre de 2019, el 37.3% de la población en pobreza no pudo adquirir la canasta básica alimentaria con su ingreso laboral. Un año después, de octubre a diciembre de 2020, ese porcentaje subió 3.4 puntos porcentuales para alcanzar al 40.7% de la población en pobreza, porque el ingreso en los hogares tuvo una disminución real del 5.8%. A esto hay que agregar que la economía está en crisis, la inflación está fuera de control y el desempleo se sitúa en los niveles más altos de la época moderna. La inversión extranjera directa ha caído estrepitosamente.
¿No que “primero los pobres”
Quince años como académico de la FCPyS-UNAM.
Premio Nacional de Comunicación 2015 «José Pagés Llergo», capítulo «Cátedra en Periodismo»
