TIERRA DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez
El amor no es como lo pintan
Aperitivo: “Siempre hay un poco de locura en el amor. Pero siempre hay algo de razón en la locura. (Friedrich Nietzsche). ¿Hay alguien con cordura que me lo explique?
Cosa más bella es aquella que deja huella, como el amor que es un dolor, el placer del ser en el olvido, ido, cuando ya no lo tienes y lo sientes en las sienes, hecho mieles o hieles en el recuerdo. Porque si me preguntan sobre la felicidad, sólo sé lo que es en su ausencia, como la salud, como eso que llaman amor. ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? Bueno, también de la amistad, aunque esta, escribiera Carlos Drummond de Andrade, como las plantas, no debe ser regada ni mucho ni poco.
A propósito del Día del Amor y de la Amistad -no sé por dónde andan el amor y la amistad, si alguien sabe su dirección que me la dé-, un amigo me preguntó qué libros recomendaría para este día y mes del amor. Le contesté que hay muchos, sobre todo esos que llaman Best Sellers, basta sólo con embobarse más en el internet, buscar lo deseado y ahí está la magia de la vida real en milésimas de segundos. Claro, ahí están los pensadores y filósofos -no es lo mismo, pero es igual-, los poetas de hace siglos, griegos, romanos, orientales… Para todos los gustos y pasiones. El chiste es no caer en la simplicidad, en la fragilidad cotidiana, aburrida. Ah, ¿ahí está la locura?
Recordé el mandamiento “amaos unos a los otros”, y entonces vino el diablo vestido de mosca y… ¡No! El asunto no es sencillo. Amar es más que rascarse la panza, o soportar el dolor del dedo gordo del pie izquierdo cuando por culpa de una piedra u otro objeto tropezamos y ¡madres!, viene el golpe y ya valimos madres.
¿Qué es el amor? ¿Qué es amar? Es la luna y las estrellas vueltas al revés. ¿Será? Ahí está El arte de amar, de Erich Fromm, o La llama doble, de Octavio Paz.
Es difícil: el amor es oblicuo, huidizo… Un ángel vestido de… Sin embargo, pa’ que no se aburran este 14 de febrero o cualquier otro día, les recomiendo leer el libro de relatos Pájaros de fuego, de Anaïs Nin; las novelas El amante, de Marguerite Duras y El amante de Lady Chatterly, de D. H. Lawrence.
Si no les gusta leer, vea la película Cuenta conmigo (Stand by Me, en su título original) o Intouchables (llamada Intocable en España y Amigos intocables en Hispanoamérica).
Lo escribió mi admirable Nietzsche: “¡Cuántas cosas puede hacer aquella ebriedad que se llama “amor» y que es a la vez otra cosa más que amor! Mas sobre este tema, cada uno de nosotros tenemos una ciencia propia.”
Debemos una oportunidad a la paz y al amor. ¿Me estás oyendo Mundo? ¿Me estás oyendo México?
Los días y los temas
Escribe en Facebook mi amiga Alejandra Oraa: “Los humanos somos expertos en apropiarnos de logros ajenos. Decimos que llegamos a la Luna, aunque solo doce personas lo hicieron. Que descubrimos la teoría de la relatividad, aunque la mayoría ni la entiende. Que inventamos la imprenta, aunque apenas logramos armar un mueble sin piezas de sobra. Vivimos de los logros de unos pocos genios, sacamos la bandera cuando un país logra algo bueno, pero nos desmarcamos cuando la historia se vuelve oscura. Pero, ¿qué es lo que realmente nos hace humanos?”
Luego de ciertos comentarios, Alejandra concluye: “Así que sí, celebremos la Luna, la relatividad y la imprenta. Pero no olvidemos que la verdadera hazaña, la que realmente nos hizo humanos, no es ninguna de esas.
Es ese primer fémur curado. Es el amigo que se queda cuando podría irse. Es la historia que nos ayuda a entendernos. Porque no es la Luna la que nos hace humanos. Es el amor.
(Un recordatorio necesario en una semana en la que el amor se celebra entre ofertas y descuentos).”
Ni hablar, amémonos otra vez.
De cinismo y anexas
Del mismito Nietzsche:
*“Amor” es el sentimiento de la propiedad o de aquello que nosotros queremos convertir en propiedad nuestra.”
*“El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.”
*“Es preciso saber amarse a sí mismo, con amor sano y saludable, para saber soportarse a sí mismo y no vagabundear.”
Ramón Gómez de Serna escribió la encantadora greguería: “El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.”
Hasta la próxima.

Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura.