Por Gabriel Gamar
En libertad elegimos estar juntos, sin cadenas ni promesas, solo sueños
compartidos. Encontramos el amor en cada beso, en cada mirada intensa, en
cada caricia y en cada detalle.
El amor en libertad es el regalo más valioso, donde cada uno es libre, pero el lazo
es sincero. Es un abrazo sin ataduras, donde la confianza es plena y el amor
crece en libertad serena.
La libertad de amar florece donde los corazones laten y el alma se engrandece. En
el amor debe haber lazos que no aprisionan, porque el amor es verdadero y vital,
que se eleva como un ave en un vuelo sin final.
En el amor libre no hay miedo a la pasión que se desborda como en un río sin
cauce. Las parejas deben vivir libres, disfrutando ese amor apasionado, donde la
libertad y el amor van de la mano, porque si se sueltan se pierden uno al otro.
En el amor no debe haber condiciones ni ataduras, hay un pacto, un anhelo donde
prive la libertad de elegir. En el amor sincero no debe haber jaulas ni cadenas que
aprisionen la razón, las almas se entrelazan en un suspiro profundo y en una
mirada cómplice hacia un mar sin fondo y un horizonte sin final.
El amor en libertad es el viento que acaricia los sueños con profundo sentimiento,
es el abrazo del océano que acaricia las playas, sin parar ni un solo momento,
envuelto en olas que vienen y van.
Correo: gabriel_gamar@yahoo.com.mx
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