Gabriel Gamar
En el borde del horizonte infinito
Donde el mar y el cielo se abrazan,
Un susurro de olas desesperadas
Rompe contra las escolleras de la vida.
El oleaje, furioso y ansioso
Como si el mar quisiera fugarse del océano,
Se estrella con ímpetu contra las rocas
Buscando libertad en cada embate.
Las escolleras, firmes y erguidas
Resisten al oleaje implacable,
Mientras el mar, en su eterno lamento
Anhela escapar hacia lo desconocido.
¿Qué secretos guarda el mar en su seno?
¿Qué misterios aguardan tras el romper de las olas?
En cada choque, en cada espuma que se eleva
La danza eterna de la libertad y el cautiverio se entrelazan.
Así, entre la furia y la calma
Entre el deseo de huir y el deber de permanecer,
El mar y las escolleras bailan su danza eterna
En un poema de amor y resistencia que nunca termina.
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura.