Por Gabriel Gamar
Con el viento en el rostro
Caminamos de la mano
En medio del bosque
Con un velo de niebla;
Se escucha la hojarasca
Y el rumor de la tarde,
Mientras un claro de luna
Se cuela entre los árboles,
Al amanecer el sol aparece
Iluminando el cielo y la montaña
Con las manos frías nos abrazamos
Pájaros aparecen de la nada
Y de forma inesperada
Ha llegado de nuevo el ocaso.
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