- El nuevo Código de las Familias cubano, entrará en vigor de inmediato y sustituye la vigente desde 1975.
Micaela Márquez
SemMéxico, Ciudad de México, 26 de septiembre del 2022.- El 74 por ciento del padrón electoral de Cuba, unos 6 millones 251 mil 786 electores/as, votaron en el referéndum para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción gay y el vientre subrogado. Esta es la primera vez que una ley diferente a la Constitución es sometida a referendo en Cuba.
Alina Balseiro, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CEN), señaló que a pesar de que estaban pendientes por cerrar 36 circunscripciones del oriente del país por el mal tiempo, los resultados preliminares indican una tendencia irreversible para la aprobación del referéndum del Código de Familias, respaldado por el gobierno, ya que la legislación precisaba de más de un 50 por ciento de apoyo para ser validada.
De acuerdo a cifras oficiales, ejercieron su derecho al voto 6 millones 251 mil 786 electores, equivalente al 74.01 por ciento del padrón. Del total de 5 millones 891 mil 705 votos válidos, 3 millones 936 mil 790 fueron por el sí (66.87 %) y un millón 950 mil 90 por el no (33.13 %).
El nuevo Código de las Familias cubano, entrará en vigor de inmediato y sustituye la vigente desde 1975. Define el matrimonio como la unión «entre dos personas», abriendo la puerta al casamiento homosexual y a la adopción para parejas del mismo sexo.
También permite reconocer legalmente a varios padres y madres, además de los biológicos, así como la gestación subrogada, sin fines de lucro, en tanto suma otros derechos que favorecen a las niñas y los niños, ancianos/as y discapacitados/as.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez en su cuenta de twitter escribió:
“Gano el Sí. Se ha hecho justicia. Aprobar el Código de las Familias es saldar la cuenta con varias generaciones de cubanas y cubanos, cuyos proyectos de familia llevan años esperando por esta Ley. A partir de hoy seremos una mejor nación”.
El oficialismo cubano hizo campaña en favor del “sí”, mientras que en el lado contrario se situó la Iglesia Católica y un sector de la oposición que cuestionaba la mera participación en la consulta, por considerarla una forma de legitimar al actual gobierno.