Gabriel Gamar
Te sientas a esperar en medio de la nada
Con el alma vacía y la mirada ausente,
Pensando en que no habrá mañana
En un mundo que se ha vuelto indiferente.
La brisa revela secretos olvidados,
Las hojas caen sin lamento, sin vida,
Tu corazón, un desierto de sueños quebrados,
La soledad es tu única guarida.
El reloj detiene su incesante marcha,
Las estrellas se apagan, una a una,
El tiempo se congela en una noche larga,
Mientras la esperanza se oculta en la luna.
Las sombras te envuelven en su manto frío
La tristeza es un río que nunca cesa,
En el silencio encuentras tu refugio
En la penumbra tu alma reza.
Esperas con el alma hecha pedazos
Que la luz del día traiga algún consuelo,
Pero en la oscuridad te encuentras atrapado
En un eterno y solitario duelo.
El horizonte parece un sueño lejano,
La esperanza, una flor marchita y ausente,
Y aunque el mañana se sienta vano
Sigues esperando el mañana impaciente.
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