Por Gabriel Gamar
Hoy necesito tu hombro para llorar sobre él,
me hacen falta tus manos para enjugar mis lágrimas
y la humedad de tus labios para compartir contigo
esta sal ardiente que brota de mis ojos tristes.
Necesito apoyar mi cabeza en tu regazo
y que la calidez de tu vientre entibie mi soledad,
los fracasos se curan con fomentos de ternura
y la ternura tuya es el mejor remedio para esta enfermedad.
Correo: gabriel_gamar@yahoo.com.mx
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