- En la FILU 2022 se desarrolló un conversatorio sobre el centenario de la llegada de Gabriela Mistral a México
- Pedro Pablo Zegers, especialista en su obra, Vicente Espino, cronista de Xalapa y Jorge Vidal, diplomático chileno, participaron
Karina de la Paz Reyes Díaz
Fotos: César Pisil Ramos
08/09/2022, Xalapa, Ver.- La poeta Gabriela Mistral llegó al país a través de Veracruz hace un siglo, cuando tenía 33 años de edad, y en esta entidad cerró su ciclo mexicano, en 1949. De ello se conversó en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2022 de la Universidad Veracruzana (UV).
“Aquí afiató su personalidad y su intelectualidad. México fue el trampolín que la catapultó primero hacia la internacionalización de su obra, en 1922”, destacó Pedro Pablo Zegers Blachet, director de la Biblioteca Nacional de Chile y Medalla Internacional al Mérito UV 2022.
Incluso, estando aquí recibió los ejemplares del que fue su primer libro –publicado en Estados Unidos–, por lo tanto “su ópera prima surge aquí, son muchas las coincidencias”, apuntó quien lleva 42 años dedicado al estudio de Gabriela Mistral.
Enfatizó que no es un elogio la visita que le hacen al país, sino un acto de justicia: “Son ustedes quienes posibilitaron un personaje nuestro, que venía de una procedencia pobrísima. Creo que gracias a la tenacidad y a la voluntad que tuvo de salir adelante es que logramos tener ese personaje que es reconocido en América Latina completa y en buena parte del mundo”.
De acuerdo con Pedro Pablo Zegers, Mistral vivió en México la paz que no le fue posible en Chile y tuvo la posibilidad de ejercer la docencia y la labor literaria.
Lo anterior son sólo unas líneas del conversatorio “Centenario de la llegada de Gabriela Mistral a México”, que se desarrolló el jueves 8 de septiembre en el Foro “Miguel Vélez Arceo” de la Casa del Lago UV.
En él también participó Jorge Vidal Rodríguez, encargado de Negocios de la Embajada de la República de Chile en México, quien refirió que no es gratuito que Mistral llegara a México en 1922, pues ella “quiso estar donde la educación iba a tener un impacto”, toda vez que fue contratada por el gobierno de México, a petición del propio José Vasconcelos.
Uno más de los participantes en el conversatorio, Vicente Espino Jara, cronista de Xalapa, dio cuenta de la presencia en esta región de la Premio Nobel de Literatura en 1945. También coincidió con sus colegas de mesa: Mistral encontró aquí el paraíso y se sintió acogida, “encontró esa paz y remanso que le permitió construir propuestas intelectuales y cuestionar”.
Además, leyó un fragmento de lo escrito por la autora de Desolación, en el libro del primer cronista de la ciudad, Gustavo Rodríguez Sáinz, destinado a recabar firmas de personalidades que visitaban Xalapa:
“La ciudad de Xalapa es casa fina en su paisaje como en su gente. Yo soy muy feliz de tener un mes de vida xalapeño.”
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