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Gigante del pensamiento crítico

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Científico social insigne de México y América Latina, creador del Colegio de Ciencias y Humanidades y autor de La democracia en México, fundó el Sistema de Universidad Abierta.

Habituado a los retos, Pablo González Casanova arriba al centenario de su existencia como investigador activo del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS). Su torrente de vida lo ha abrevado entre dos siglos, 26 rectores (desde Antonio Caso), 20 presidentes de México (que inicia con Álvaro Obregón), y el incuantificable legado de conocimiento a generaciones enteras de universitarios, organizaciones y comunidades.

En su día 36 mil 500 de vida, la Universidad Nacional Autónoma de México refrenda su más alto respeto a quien ha coadyuvado en su formación como institución, con destellante agudeza y una vasta conciencia social inacabable, la cual representa ya un patrimonio atemporal.

Vidas paralelas

Una prolífica vida ha llevado a Pablo González Casanova a acompañar a su alma mater hasta en un 90 por ciento de toda su existencia institucional: ha sido alumno, docente, investigador, mentor, crítico y rector de esta casa de estudios en quizás el periodo sociocultural más complejo de su historia reciente.

La Universidad Nacional de México fue fundada en 1910, apenas 12 años antes del nacimiento del sociólogo, el 11 de febrero de 1922, en Toluca, Estado de México, por lo que han llevado secuencias paralelas.

Esta institución fraguó su autonomía en 1929, cuando González Casanova tenía siete años de edad y cursaba –además de su educación básica– inglés, francés y esgrima. Sus padres fueron Concepción del Valle Romo, y el lingüista y filólogo Pablo González Casanova.

Aportaciones

González Casanova elevó su conocimiento en un libro fundamental para las ciencias políticas y sociales en el mundo: La democracia en México, su obra clásica con más de 15 ediciones, traducida al inglés, francés, portugués y japonés.

Escrita en 1965, se anticipó a un país de transformaciones. Se volvió un clásico de las ciencias sociales en México al ser consultada por tomadores de decisiones, políticos, legisladores y educandos en instrucciones superiores.

De igual manera recurrente en universidades, lo mismo en clases de historia que de teoría política, ciencia política, sociología, comunicación, relaciones internacionales o economía. Con esta publicación, González Casanova se afianzó como pionero en la investigación sobre los procesos democráticos en México, por lo que constituyó el primer análisis sistemático sobre la estructura del poder en nuestro país.

“Este estudio no es apologético ni escéptico. No se pretende en él decir que en México la democracia es un hecho acabado, o lamentar las frustraciones de una ‘idea universal’. Se trata de comprender un comportamiento extraño –a pesar de ser tan nuestro–, y de comprenderlo luchando contra la opacidad, la risa, el juego y el odio políticos, que impiden su comprensión”, se lee en la nota introductoria a la primera edición.

Y concluye: “Además se trata de ver la relación de este fenómeno con el problema que más nos preocupa y que directamente está vinculado a una democracia efectiva, que es el desarrollo del país”.

Aunque La democracia en México es la más conocida, sólo representa una parte de la vasta obra académica de González Casanova. El investigador del IIS estableció un momento clave en el desarrollo de la sociología: el de la madurez de las ciencias sociales en México.

Como analista político, sus libros y ensayos son seguidos con atención en América Latina y en el resto del mundo. Coordinó el proyecto Perspectivas para América Latina, patrocinado por la UNAM y la Universidad de las Naciones Unidas.

Promotor del compromiso social del científico, entre sus investigaciones algunas giraron en torno a la trascendencia del estudio de los sistemas complejos como herramienta para el entendimiento y la transformación de la realidad.

“Problemas mundiales y desarrollo de las ciencias sociales” y “México: evolución del proyecto nacional” son algunas de sus líneas de investigación.

Jurista, historiador, sociólogo

Sus inicios en la educación superior se desarrollaron en el Centro Histórico de la Ciudad de México y al sur: primero en el antiguo Barrio Universitario, en la Escuela de Jurisprudencia, donde cursó la carrera de Derecho. Más tarde, González Casanova atestiguaba la edificación de lo que ahora es Ciudad Universitaria.

Realizó la maestría en Historia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y en El Colegio de México; obtuvo su grado académico con la distinción magna cum laude. Más adelante cursó el doctorado en Sociología en la Universidad Sorbona de París, logro que obtuvo en 1950 con Mention très honorable.

Ha sido investigador de El Colegio de México (1950-1954); profesor visitante de la Universidad de Oxford (1974); profesor titular de la Universidad de Cambridge (1981-1982) y profesor visitante de la New School For Social Research (2000).

Se ha desempeñado como secretario general de la Asociación de Universidades de 1953 a 1954; presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología y miembro del Consejo Directivo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

También destacó como integrante del Centro Latinoamericano de Investigaciones Sociales de la World Commission on Environment and Development y del Comité Editorial del International Social Journal; igual como miembro de la Association Internationale des Sociologues de Langue Française.

Además, como integrante del Comité Internacional para la Documentación de las Ciencias Sociales y de la Academia de la Investigación Científica, así como miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua.

El hombre renace siempre y se rehace. Si en 1968 surgieron nuevos valores, ésos debemos seguirlos cultivando. La soberanía la quiere tener el pueblo y construirla es nuestra tarea”

En mayo de 1984 fue condecorado como investigador emérito y profesor emérito de la UNAM, el único universitario reconocido con ambas distinciones de manera simultánea. En ese mismo año se hizo acreedor al Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el rubro de ciencias sociales.

Con una robusta trayectoria académica, no desistió de su participación política en los tópicos relacionados con Latinoamérica, las disidencias y los pueblos originarios.

Por ello, en 2003 fue galardonado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) con el Premio Internacional José Martí, por su defensa de la identidad de los pueblos indígenas de América Latina.

El 21 de abril de 2018, en reconocimiento a su trabajo y pensamiento crítico e independiente, recibió el nombramiento Comandante Pablo Contreras por parte de la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, con lo cual se ubicó como el primer miembro no indígena.

Otras distinciones recibidas fueron los doctorados honoris causa de las universidades autónomas de Sinaloa (1984) y del Estado de México (1987); de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (1996); de la Universidad Complutense de Madrid (2001) y de la UNAM (2011).

También se hizo merecedor de las órdenes Félix Varela (1985) y José Martí de la República de Cuba (2004), así como del Premio Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México (2012).

Entre los cargos académico-administrativos que ocupó en la UNAM destacan: director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (1957-1965) y del Instituto de Investigaciones Sociales (1966 -1970); rector (1970-1972); director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades (1986-1994), y en Ciencias y Humanidades (CEIICH) (1995-2000). También fue consejero de la Universidad de las Naciones Unidas (1982-1988).

Logros como rector

Doscientos diez días después de los trágicos hechos del miércoles 2 de octubre de 1968, Pablo González Casanova asumió la máxima responsabilidad de la UNAM. Del 30 de abril de 1970 al 7 de diciembre de 1972, el sociólogo logró encauzar las inquietudes de metamorfosis sociales y el ánimo de las juventudes universitarias en las aulas, así como en el trabajo académico, creativo y cultural.

En su rectorado encabezó la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), proyecto aprobado por el Consejo Universitario el 26 de enero de 1971. Ese mismo año comenzaron a operar los planteles Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo; en 1972, Oriente y Sur.

Asimismo, el 6 de agosto de 1971 fue puesta oficialmente en servicio la Estación de Investigaciones Marinas El Carmen, del Instituto de Biología.

Una acción visionaria de Pablo González Casanova fue la fundación del Sistema de Universidad Abierta (SUA) en 1972. Consideró que la tecnología tendría un papel fundamental en la educación en dicha modalidad.

El SUA se concibió como parte integral del proyecto de Reforma Universitaria impulsada en su periodo como rector, mediante el cual se propició el estudio independiente y se facilitó el acceso a la educación superior.

En mayo de 1972 se estudiaron –por primera vez– los protozoarios en México, a cargo del Laboratorio de Protozoología de la Facultad de Ciencias. Con ello se impuso un precedente en la ciencia en México, al someter estos organismos unicelulares a trabajos de investigación de tipo médico y ambiental.

También se puso en funcionamiento el Centro de Instrumentos, donde se ideó, diseñó, produjo y reparó gran variedad de equipo para la enseñanza de las ciencias: microproyectores, microscopios ópticos y osciloscopios, entre otros.

En junio de 1972 se concluyó el primer telescopio de largo alcance construido en el país por la UNAM, a través del Instituto de Astronomía, en el que se podían observar estrellas del tamaño del Sol, con una distancia de hasta tres mil años luz. El espejo midió 31 centímetros de diámetro, lo que permitió observar Júpiter, Saturno y la nebulosa de Orión.

Durante ese año el acervo de la Biblioteca Nacional de México superó los 900 mil ejemplares, hecho que la ubicó con uno de los índices más altos en la adquisición anual de libros de los centros bibliotecarios de América Latina.

Además, a partir de entonces la Orquesta de la UNAM se denominaría Orquesta Filarmónica de la Universidad.

Publicaciones

Un importante acervo lo constituye la obra publicada por González Casanova: El misoneísmo y la modernidad cristiana (1948), Un utopista mexicano (1953), La ideología norteamericana sobre inversiones extranjeras (1955), La literatura perseguida en la crisis de la Colonia (1958), Estudio de la técnica social (1958) y La democracia en México (1965).

Continúa con Sociología de la explotación (1969), de la cual en 2006 se contó con una nueva edición corregida; Las categorías del desarrollo económico y la investigación en ciencias sociales (1977), obra con tres ediciones y traducida al inglés, alemán y portugués; Imperialismo y liberación en América Latina (1978); La nueva metafísica y el socialismo (1980); El Estado y los partidos políticos (1981); El poder al pueblo (1986).

Y finalmente los títulos: La falacia de la investigación en ciencias sociales (1987), Los militares y la política en México (1988), La universidad necesaria en el siglo XXI (2001) y Las nuevas ciencias y las humanidades: de la academia a la política (2004).

Fue coautor y coordinador de las obras e investigaciones siguientes: Sátira anónima del siglo XVIII (1953); América Latina: historia de medio siglo (1925-1975) (1977); Imperialismo y liberación en América Latina. Una introducción a la historia contemporánea (1978); México hoy (1979); La clase obrera en la historia de México, 17 tomos; México 83. A mitad del túnel (1983); Historia política de los campesinos latinoamericanos (1984-1985); El obrero mexicano (1984-1985); y México ante la crisis (1985-1986).

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