SENTIDO COMÚN
Por Gabriel García-Márquez
LA LEY DE TELECOMUNICACIONES, UN GOLPE DISFRAZADO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
UNA REFORMA CON ROSTRO SEVERO
La propuesta de reforma a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum al Senado no es un simple intento de ordenar el espacio digital; es, en realidad, un golpe directo y sumamente preocupante a la libertad de expresión en México.
La iniciativa plantea sancionar con multas de hasta el 5% de sus ingresos a las empresas de radio, televisión y plataformas digitales que transmitan propaganda política de gobiernos extranjeros.
Aunque el pretexto es la defensa de la soberanía nacional tras la difusión en México de un spot antiinmigrante del gobierno de Estados Unidos, el verdadero problema yace en las formas y el alcance desproporcionado de esta legislación.
EL POLÉMICO ARTÍCULO 109
El artículo 109 del proyecto, el más controvertido, otorga a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) la facultad de bloquear temporalmente plataformas digitales por “incumplimientos normativos”, sin que sea necesaria una orden judicial, sin procesos claros, sin límites definidos. Un cheque en blanco.
El Estado, por la vía de esta agencia, podría silenciar a cualquier plataforma que considere incómoda. La presidenta Sheinbaum ha intentado calmar las aguas, asegurando que “jamás sería su intención censurar” y que el artículo 109 puede modificarse. Pero sus palabras contrastan con los hechos: el dictamen se aprobó sin cambios en comisiones del Senado, impulsado con prisa por Morena y sus aliados, sin un debate público real, y con la intención clara de llevarlo al pleno en cuestión de días.
REACCIONES INMEDIATAS Y FUNDADAS
La reacción ha sido inmediata y legítima. Desde los partidos de oposición hasta organizaciones civiles, periodistas, expertos en derechos digitales y miles de ciudadanos han levantado la voz: esta no es una ley para proteger al país, sino para controlar el flujo de información.
Las redes sociales, los medios independientes y las plataformas de contenido digital están en la mira de un gobierno que dice no querer censurar, pero que legisla como si quisiera hacerlo. El senador panista Ricardo Anaya y el priista Manuel Añorve han sido especialmente críticos, alertando sobre la concentración de poder en una agencia sin contrapesos, capaz de bloquear plataformas sin supervisión judicial. Organismos de derechos digitales advierten que esta medida podría usarse para silenciar críticas al gobierno o restringir contenido incómodo bajo pretextos administrativos.
UN PRECEDENTE PELIGROSO PARA LA DEMOCRACIA
Lo más alarmante es el precedente que esta reforma puede sentar. En nombre de la “soberanía”, se podrían justificar medidas que limiten la pluralidad informativa, que reduzcan el papel crítico de los medios y que amedrenten a voces disidentes. La democracia no se construye silenciando, sino garantizando la libertad de expresión, incluso y sobre todo cuando esa expresión resulta incómoda para el poder.
LA LIBERTAD NO ES NEGOCIABLE
Los medios de comunicación, en todas sus formas, son un contrapeso natural e indispensable en cualquier sistema democrático. Pretender regularlos con criterios opacos y herramientas punitivas solo demuestra un temor profundo del gobierno a perder el control de la narrativa. Lo que se necesita es más libertad, no menos.
La discusión apenas comienza, y es crucial que sociedad civil, medios, académicos y ciudadanos no bajen la guardia. Defender el derecho a informar y a ser informado no es una consigna, es una obligación democrática. Porque cuando se censura una voz, se limita la capacidad de todos de entender y transformar su realidad.
EN QUÉ CONSISTE LA NUEVA LEY
La nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión en México busca regular de manera más equitativa y transparente el espectro radioeléctrico, asegurando que los beneficios de la red de telecomunicaciones lleguen a toda la población.
Algunos puntos clave de esta ley incluyen:
– Administración del espectro radioeléctrico: La ley plantea administrar el espectro de manera equitativa y transparente para garantizar el acceso a todos.
– Prohibición de publicidad de gobiernos extranjeros: Busca evitar la intromisión en asuntos internos de México a través de medios nacionales, prohibiendo la publicidad de gobiernos extranjeros.
– Control estatal: La ley ha generado controversia debido a que algunos consideran que otorga demasiado control al Estado sobre el sector de telecomunicaciones y radiodifusión. La ley fue aprobada por las comisiones unidas de Radio, Televisión y Cinematografía; de Comunicaciones y Transportes, y de Estudios Legislativos de la Cámara de Senadores, con votos a favor de Morena, PVEM y PT, y en contra del PAN, PRI y MC.
Algunos legisladores de oposición han expresado su preocupación por la premura con la que se ha llevado a cabo el proceso y han anunciado que votarán en contra de la ley en el pleno.
A esto hay que agregar las funciones que se le asignarán a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) que entre sus responsabilidades tendrá funciones clave en el ámbito digital y de telecomunicaciones que la convertirán en una Super secretaría de Estado.
La discusión y votación de la ley por el pleno se llevará a cabo en la sesión ordinaria del próximo lunes en que de nueva cuenta la libre expresión de las ideas y el derecho a opinar estarán en riesgo de perderse.

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