- Una visión panorámica del papel seminal y multiplicador que han jugado los colegiadosen la investigación y práctica de las ciencias de la salud fue presentada en el VIII Encuentro Libertad por el Saber.
- El conversatorio se tituló El Colegio Nacional y el desarrollo institucional de las ciencias de la salud y de la vida, y contó con la participación de los colegiados María Elena Medina-Mora, Julio Frenk, Adolfo Martínez Palomo, Susana López Charretón y Antonio Lazcano Araujo
- “Si algo caracterizaba a estas generaciones de individuos tan notables era que tenían una imagen clara de hacia dónde debería ir el país”, sostuvo Antonio Lazcano.
Las instituciones son un vehículo para que la sociedad trascienda su inevitable temporalidad y El Colegio Nacional y las instituciones que dieron origen al sistema de salud contemporáneo tienen como coincidencia ser fundadas en 1943, sostuvo el colegiado Julio Frenk, moderador del conversatorio El Colegio Nacional y el desarrollo institucional de las ciencias de la salud y de la vida, realizado el 16 de octubre en el Aula Mayor de la institución.
En la sesión, que forma parte del VIII Encuentro Libertad por el Saber, El Colegio Nacional: 80 años en la construcción del México moderno, Frenk recordó que en 1943 se creó la Secretaría de Seguridad y Asistencia, hoy Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social y, al mismo tiempo, se expandió notablemente el universo de los institutos nacionales dedicados a la atención médica especializada, a la investigación científica y a la formación de especialistas. “Cuando se diseñó el sistema contemporáneo de salud, la ciencia fue parte integral del desarrollo institucional”.
El médico mexicano aseguró que los miembros de El Colegio Nacional fueron importantes en los anteriores procesos, “dos de los fundadores de esta dependencia, el médico Ignacio Chávez y el biólogo Isaac Ochoterena, participaron en la creación del Instituto Nacional de Cardiología y en la consolidación del Instituto de Biología de la UNAM, respectivamente”. Cuatro años después, ingresó Arturo Rosenblueth, quien jugó un papel central en el desarrollo de la investigación básica dentro del Instituto Nacional de Cardiología y, posteriormente, fundó el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional.
Agregó que otro notable patólogo y colegiado fue Manuel Martínez Báez, uno de los fundadores del Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales, que entró en operaciones en 1939, y fue la primera institución postrevolucionaria a la que se le asignaron plazas dedicas exclusivamente a la investigación. “En los años 70 ingresaron a esta dependencia tres médicos fundamentales en el desarrollo de la atención médica y la cínica en México, el doctor Ramón de la Fuente, que fundó el Instituto Nacional de Psiquiatría que hoy lleva su nombre; Jesús Kumate y Bernardo Sepúlveda, quienes fueron piezas clave en la consolidación de la investigación médica en el IMSS.
“En los 80, El Colegio Nacional recibió a Ruy Pérez Tamayo, Guillermo Soberón, Adolfo Martínez Palomo y José Sarukhán, todos involucrados también en la creación y consolidación de nuestras instituciones de educación e investigación en los campos de las ciencias de la salud y la vida”. Expuso que para los años 90 se incorporaron Pablo Rudomin, que ayudó a consolidar la investigación en neurociencias en el Cinvestav; Francisco Bolívar Zapata, director fundador de lo que hoy es el Instituto de Biotecnología de la UNAM; y Renato Alarcón, fundador del Departamento de Inmunología de Nutrición.
Enfatizó que en los últimos 20 años se sumaron María Elena Medina-Mora, Julio Frenk, Antonio Lazcano y Susana López Charretón, quienes igual que los anteriores miembros sostienen que la difusión es la base de El Colegio Nacional, “el lema [Libertad por el saber] literalmente implica que la base de la libertad individual y colectiva está en el conocimiento”.
En el conversatorio, moderado por el colegiado Julio Frenk, se abordaron tres ejes principales: las instituciones de atención médica, las instituciones de salud pública y las instituciones de salud en ciencias de la vida. Al tomar el micrófono, María Elena Medina-Mora hizo referencia al fundador de esta dependencia, el doctor Ezequiel Chávez, quien en 1986 fue responsable de la elaboración del plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria y en 1903 propuso la creación oficial de la Cátedra en Psicología de la institución, separó la especialidad de cardiología de la medicina general. “Desarrolló el tema de la psicología adolescente que después retomaron los institutos de salud”.
“Buscó la investigación propia para México y la llevó a la práctica y a la academia. Fue importante su pensamiento social y el concepto del paciente como ser humano. Un pensamiento que refleja el pensamiento principal de la sanación, una figura fundamental para el cambio que México necesitaba”.
Por su parte, el colegiado Adolfo Martínez Palomo, enfatizó que la modernización del sistema de salud en México fue, en buena medida, el resultado de la intuición, de la imaginación y del trabajo metódico de cuatro mentes luminosas, Manuel Martínez Báez, Guillermo Soberón, Jesús Kumate y Julio Frenk. “A lo largo de los 80 años de vida de El colegio Nacional, médicos e integrantes de la institución han contribuido al diseño del sistema de salud del país, cuya característica fundamental fue la búsqueda del conocimiento”.
Recordó las palabras de Ignacio Chávez, quien aseguró que un instituto dedicado al estudio y la investigación es lo único que puede contribuir a renovar el medio científico en el país y a mantener vivo entre nosotros un constante impulso de superación. Y también las de Julio Frenk, quien planteó que el motor de la revolución en salud iniciada a partir del siglo XX ha sido el conocimiento. “El conocimiento mejora la salud al manifestarse en evidencias científicas que sustentan el diseño, la implantación y la evaluación de políticas públicas”.
“Es esta la ocasión propicia para rectificar el recuento formal de la Secretaría de Salud que ignora, ya sea por olvido histórico o por conveniencia política el papel decisivo del Instituto de Enfermedades Tropicales, hoy todavía la historia oficial dice que la modernidad de Salud en México inició en 1943, con la fundación del Hospital Infantil de México, esto no es cierto, esa modernidad inició en 1939 con la fundación del Instituto de Enfermedades Tropicales”, puntualizó Martínez Palomo.
Afirmó que, en los años recientes, el ignorar que el conocimiento es la base para la mejora de la salud, ha dado por resultado la más lamentable de nuestras realidades, la disminución de la esperanza de vida de los mexicanos.
Por su parte, la colegiada Susana López Charretón, mencionó que existe un conjunto de miembros de esta dependencia que han consolidado la investigación científica en el país. “El apoyo a las instituciones de investigación en el país ha quedado a cargo del gobierno en el país y se ha limitado mucho. No hay estímulos fiscales, ni cultura para que las industrias y las empresas apoyen la investigación, que pasa en muchas partes del mundo y eso es un elemento importante”.
En su participación Antonio Lazcano, sostuvo que si algo caracterizaba a estas generaciones de individuos tan notables era que tenían una imagen de hacia dónde debería ir el país. Desarrollaron una serie de actividades que se transmitían al bien colectivo, “en este sentido, y recordando que la Revolución desbarató las instituciones, la labor pionera de algunos grupos de investigadores en las áreas de la vida, fue crear una serie de instituciones sin las cuales nos cuesta trabajo concebir al México contemporáneo”.
El conversatorio El Colegio Nacional y el desarrollo institucional de las ciencias de la salud y de la vida se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.
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