La UNAM alberga la primera instalación agrovoltaica de México: la Parcela Agrovoltaica Sostenible y Educacional (PASE), con la cual se busca incrementar la calidad y cantidad de productos agrícolas, generar energías verdes, reducir hasta en 80 por ciento el consumo de agua y socializar nuevas tecnologías entre los productores.
En esta iniciativa participan el Instituto de Energías Renovables (IER) -responsable académico del proyecto- y la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), en alianza con la Universidad de Arizona, como parte de un consorcio internacional integrado por instituciones de Francia, Marruecos, Israel, Kenia, México y Estados Unidos.
Además, participa la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de la Ciudad de México (SECTEI) financiadora de la PASE, instalada en el Centro de Enseñanza Práctica e Investigación en Producción y Salud Animal (CEPIPSA), de la FMVZ, ubicado en Topilejo, alcaldía Tlalpan.
El rector de la Universidad Nacional, Enrique Graue Wiechers, realizó un recorrido por la Parcela Agrovoltaica acompañado por el subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Luciano Concheiro Bórquez; de la titular de la SECTEI, Ofelia Angulo Guerrero; el vicepresidente Adjunto para Asuntos México-Estados Unidos de la Universidad de Arizona, José Lever; y la académica de la Facultad de Ciencias (FC) y representante de la UNAM ante la Red ECOS, Rosaura Ruiz Gutiérrez.
Modelo a seguir
Concheiro Bórquez refrendó el compromiso de la SEP por fortalecer iniciativas que permitan establecer otro tipo de economía y sociedad. “Es un honor acompañar la concreción de este primer proyecto agrovoltaico ligado a la investigación y la experimentación”.
Apuntó que es un tema de Estado con el que se busca transitar hacia un mundo sostenible y que también forme estudiantes; además, es fundamental compartir esta experiencia y darle mayor proyección, por ejemplo en granjas con la doble función: aprovechar el terreno para obtener energía solar y para la producción agrícola.
En tanto, Angulo Guerrero remarcó que la PASE muestra que el trabajo colaborativo rinde frutos y destacó su importancia para la Ciudad de México y el país en materia de preservación del suelo de conservación, generación de energías limpias y cosecha de agua de lluvia.
Agradeció a la FMVZ aceptar que la parcela se implementara en sus instalaciones, pues forma parte del Programa Nacional de Agrovoltaicos. Indicó que preservar el suelo de conservación requiere de la intervención de los sectores gubernamental, académico, así como de la investigación aplicada.
A su vez, José Lever sostuvo que la PASE es fundamental para desarrollar el Programa Nacional Agrovoltaico, impulsado por la SEP, y que esta iniciativa formará parte de estudios comparados con instituciones internacionales del consorcio, como la Universidad de Arizona, la Universidad Mohamed VI de Marruecos, universidades de Israel y de Kenia; y el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia -CNR, por sus siglas en francés-, entre otros.
“Este mes se inaugura en Kenia una instalación agrovoltaica en la que hemos colaborado con nuestros socios, también la instalación en la Universidad Mohamed VI, de Marruecos; es decir, el proyecto forma parte de un movimiento internacional”, recalcó.
Al hacer uso de la palabra, Ruiz Gutiérrez enfatizó que es resultado del trabajo colaborativo de la Red Ecos y agradeció el respaldo de la SECTEI para el proyecto en el que intervienen también la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Instituto Tecnológico Nacional de México, entre otros.
De igual forma, el director de la FMVZ, Francisco Suárez Güemes, resaltó que esta iniciativa es primordial ante el cambio climático que demanda ser más efectivos en la producción agrícola y ganadera, y optimizar recursos como el agua y la energía solar.
Cultivos y energía
Previamente, el académico del IER y coordinador de la Parcela Agrovoltaica Sostenible y Educacional, Aarón Sánchez Juárez, explicó que se instaló en aproximadamente 350 metros cuadrados en los cuales el terreno se utiliza para generar energía fotovoltaica y alimentos.
Allí se colocaron 72 paneles solares y un sistema de captación de lluvia que cuenta con un tanque con capacidad para almacenar 145 metros cúbicos de agua que garantizan su riego en la época en que no hay lluvias.
En la parcela, prosiguió, se estudia cómo se desarrollan los cultivos debajo de una cubierta fotovoltaica que genera electricidad, es decir, en un microclima especial. También se analiza el desempeño de las plantas fotovoltaicas cuando en la parte baja hay un proceso de transpiración, cuando los módulos trabajan a menor temperatura con mayor eficiencia.
La PASE tiene un sistema de riego por goteo y en ella se cultivan 10 especies que han sido sembradas de manera intercalada, de forma que durante el día haya algunas que reciban sol en la mañana, otras al mediodía y unas más en la tarde. Con ello se busca identificar los efectos de la iluminación en el crecimiento de los cultivos. También incluye parcelas a cielo abierto para elaborar comparativos de los resultados.
Hay también deshidratadores solares diseñados por expertos del Instituto de Energías Renovables, a fin de que se conserve parte de la producción que de otra forma se convierte en mermas.
Asimismo, se capacitará a estudiantes, productores y público en general respecto al proceso voltaico y el deshidratado solar.
El experto universitario subrayó que se busca que los agricultores tengan mejores cultivos y la generación de electricidad les ayude en parte de sus procesos productivos como la extracción, tratamiento de agua y riego.
Actualmente en el proyecto participan estudiantes de doctorado del IER; del Instituto Tecnológico Nacional de México campus Tláhuac y de la UAM Unidad Xochimilco, agregó.
En la presentación de la Parcela Agrovoltaica Sostenible y Educacional estuvieron también: el secretario Administrativo de la UNAM, Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria; el coordinador general de Planeación y Simplificación de la Gestión Institucional, Enrique del Val Blanco; la directora del IER, Marina Elizabeth Rincón González; además de rectores y autoridades de diferentes universidades estatales.