El pasado 3 de octubre, el Sol liberó la llamarada solar más poderosa de este ciclo solar: una erupción colosal de clase X, la más intensa de la clasificación.
El Sol anda muy activo por estos días, pues de acuerdo con científicos, el astro rey desató su llamarada solarmás poderosa en casi una década, la más grande de su ciclo que dura 11 años, según informó el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA que detalló que más llamaradas vienen en camino.
La primera erupción tuvo lugar el 1 de octubre y dos días después, la mancha solar AR3842 explotó nuevamente, ocasionando la llamarada solar más fuerte hasta ahora del Ciclo Solar 25 que comenzó en 2019. La potente erupción X7.1 desató una eyección de masa coronal, una columna de plasma y un campo magnético que actualmente se dirigen hacia la Tierra.
Estas eyecciones de masa solar (CME, por sus siglas en inglés) son definidas como explosiones de plasma y campos magnéticos de la corona solar que pueden generar tormentas geomagnéticas en nuestro planeta capaces de alterar las redes eléctricas y otras infraestructuras.
¿Qué consecuencias tiene una llamarada solar en la Tierra?
De acuerdo con el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, se prevé que entre el viernes 4 y el domingo 6 de octubre, una tormenta geomagnética de nivel “fuerte” (G3) pueda provocar incluso la aparición de auroras boreales durante este fin de semana.
“Por ahora, yo anticiparía un impacto en la Tierra a finales del día 5 o principios del día 6″, pronosticó la especialista en fenómenos espaciales Sara Housseal en su cuenta de X.
“Las eyecciones de masa coronal transportan partículas cargadas eléctricamente, conocidas como iones, y cuando chocan con la magnetosfera de la Tierra , pueden desencadenar tormentas geomagnéticas.”, explica el sitio especializado Space.com.
“Durante estas tormentas, los iones interactúan con los gases de la atmósfera terrestre, liberando energía en forma de luz. Este fenómeno se conoce como aurora boreal en el hemisferio norte y como aurora austral en el hemisferio sur.”, abundó.
¿Nos quedaremos sin internet este domingo 6 de octubre?
Además de auroras boreales, las tormentas solares pueden afectar la parte superior de la atmósfera terrestre, provocando interferencias en los satélites y en los sistemas de navegación. Tanto la NASA como el Centro de Predicción del Clima Espacial de Estados Unidos han confirmado que la actividad solar está alcanzando su punto máximo.
Explican que la radiación de la llamarada solar del 1 de octubre ionizó la parte superior de la atmósfera terrestre, provocando un apagón de radio en África y el Atlántico Sur.Debido a ello, las frecuencias de radio en la zona se vieron afectadas por más de 30 minutos, interrumpiendo las comunicaciones de alta frecuencia.
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Cabe recordar que la mayor llamarada solar del último ciclo solar ocurrió en septiembre de 2017 con el llamado X13.3. En ese entonces, la ola de radiación, que alcanzó las capas superiores de la atmósfera, generó un apagón de radio temporal sobre partes de África y el océano Atlántico, según detalla el portal LiveScience.