Por Gabriel Gamar
Con mis manos y el mar la fui esculpiendo
En una playa desierta con gaviotas y cangrejos
La mujer de arena se fue deshaciendo
Con el viento y la marea
La mujer era muy bella
Pero no era verdadera
Era una mujer imaginaria
Que vivía en mi mente
Como un sueño o un anhelo
Y su cuerpo se fue esparciendo
Por culpa del viento
Y volvió a ser arena
Y se convirtió en recuerdo.
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