Por Gabriel Gamar
Cuando me siento vacío
me encierro en mi habitación,
a luchar contra el hastío
y a combatir mi aflicción.
Me reconforto escuchando
la rebeldía de Serrat,
la soledad de Cortés
y la libertad de Cabral.
Me emociona la nostalgia de Silvio
y la angustia de Milanés,
las parrandas de Sabina
y los recuerdos de Víctor Manuel.
Me alegra la Nueva Trova
y las crónicas de Esquivel,
las mil historias de Arjona
y los amoríos de Emmanuel.
Correo: gabriel_gamar@yahoo.com.mx
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