Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador habla maravillas de su propuesta de reforma a la Ley Eléctrica, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sigue haciendo de las suyas robando en despoblado a los consumidores, que se encuentran indefensos ante los atropellos que la paraestatal comete a diestra y siniestra.
Este lunes el presidente de México afirmó que “No engañamos a nadie, esto lo venimos planteando desde hace 20 años, no es que de repente llegamos al gobierno, descubrimos que robaban, saqueaban a Pemex, a la CFE y había que limpiar”.
Pidió perdón por las molestias que genera su propuesta de reforma y agregó que “Estoy contento porque la gente nos está apoyando, cuando tú planteas qué hacer para que siga llevándose a cabo un cambio de mentalidad, yo diría que se está logrando ese propósito diario y la gente está más que despierta, hasta en los pueblos más apartados”.
En efecto el presidente de la República pide perdón por las molestias generadas por esta reforma, pero la CFE causa más molestias a la población al cobrar lo que se les viene en gana, sin que los consumidores puedan defenderse. Les llega el recibo con consumos exorbitantes e incluso a personas que están al corriente en sus pagos, sobre todo de la tercera edad a quienes les han llegado a cortar el servicio y ante la queja presentada les responden que lo único que se puede hacer es darles facilidades de pago, pero que no se les puede hacer descuento alguno.
La CFE se ha convertido en una empresa abusiva y lejana a la gente, que además de prestar un pésimo servicio, lucra con la ciudadanía lo mismo en las grandes ciudades que en las pequeñas poblaciones.
Una muestra palpable son los recientes apagones que se han registrado en distintos estados, para lo cual los funcionarios salen al quite argumentando causas ajenas a la empresa, pero nunca aceptando que el mal servicio es por culpa de la mala administración y los recortes de personal que se han venido realizando para adelgazar a la empresa, además de que no cuentan con material y refacciones necesarias para reparar la red eléctrica o cambiar los transformadores viejos y en mal estado.
Lo cierto es que los supuestos beneficios que supuestamente traerá la reforma a la Ley Eléctrica no llegarán a los usuarios, como siempre los únicos beneficiados serán los altos funcionarios y el gobierno federal, no así los consumidores que seguirán padeciendo los efectos de los apagones y de los robos en despoblado que se siguen cometiendo en los recibos alterados, con lecturas amañadas para cobrar de más a las familias, sin que éstas puedan reclamar y ser escuchadas.
Tener energía eléctrica será un lujo caro, aun cuando el presidente diga lo contrario.
Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar.