Foto: Mary Cortez/Agencia Enfoque
Por: Indira Pérez Meneses
Mis queridos lectores, en esta ocasión quiero comenzar preguntándoles ¿Ustedes consideran que México es un país feliz? Con 17 mil homicidios registrados de enero a julio, más del 5.3% que en el primer semestre de 2018, según “México Evalúa”. Cuando una mujer es asesinada cada 2 horas y media, cuando el número de desaparecidos va en aumento, marcando este año como uno de los más violentos en la historia del país.
No te puedes sentir feliz porque sube el salario mínimo, cuando todos los precios de igual manera suben y cada vez te alcanza para menos. Cuando la economía no alcanza el crecimiento que se prometió en la pasada campaña que llevó al poder a nuestro actual presidente.
Es verdad ya no hay avión presidencial, ni Los Pinos, ni el Aeropuerto de Texcoco, ni la Reforma Educativa, ni Reforma Energética, ni lujos, ni ostentaciones, pero tampoco hay un México feliz.
Nadie espera que México se transforme en un año, pero no puedes tapar el sol con un dedo, no puedes decir que todo está bien cuando sales a las calles del país y todo está mal. No puedes dar unas cifras al pueblo y en tu informe en el Congreso puedes dar otras. Como lo menciona la periodista Peniley Ramírez en su columna para el Heraldo de México “AMLO dijo que ocho millones de adultos mayores, 790 mil personas con discapacidad y 10 millones de estudiantes reciben becas del gobierno. Sin embargo, el documento que entregó al Congreso muestra cifras contradictorias: dice que fueron 7.5 millones de adultos mayores, 691 mil con discapacidad y 8 millones de becas para estudiantes.” Entonces ahora me pregunto ¿A qué informe debemos creerle?
La Cuarta Transformación se presentó al electorado como el cambio que México necesitaba “no corrupción y no más mentiras”, pero cada vez que se le señala que está haciendo lo contrario somos “La mafia del poder” o los “fifís” demostrando que sólo existe una verdad absoluta y es la que dice el presidente. Pero, ¿En dónde queda la democracia? ¿En dónde queda la libertad de expresión?
Encerrarse en que México es un país feliz, sin notar el contexto en el que actualmente vivimos se me hace una burla para la memoria de las personas asesinadas, para las miles de familias que han perdido un familiar, que viven en pobreza extrema y que saben que la corrupción aún existe y que no con un discurso populista se va a cambiar. El presidente en vez de despreciar y no reconocer los hechos que lo contradicen tiene que aceptarlos para poder mejorarlos.
El país no va a cambiar con una conferencia de prensa mañanera o con decir que somos un país feliz, los errores están y se deben combatir, no decir que todo está bien, cuando tú querido lector que vives el día a día, sabes perfectamente que te están mintiendo. Así que ¿Eres feliz feliz feliz?
*Estudiante de Comunicación de la Universidad Veracruzana.
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