Por Gabriel Gamar
En el ir y venir del tiempo
Atesoramos lo esencial,
Momentos inolvidables
Que hacen la vida especial.
Esos instantes fugaces
Que perduran en el corazón,
Que se vuelven eternos
Como una bella canción.
Un atardecer dorado
Dónde el sol besa a la mar,
Promesas que susurra el viento
Deseos que no paran de volar.
La risa de un niño jugando
Una lágrima de dolor,
Ojos que brillan de alegría
El primer abrazo de amor.
Un eco de palabras sinceras
Que el tiempo no puede borrar,
Caminos recorridos juntos
Huellas guardadas en el mar.
Cómo un secreto en la memoria
Guardamos instantes en la piel,
Momentos inolvidables
Escritos en un papel.
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