Ha sido “un ejemplo de activismo y trabajo profesional, quien interroga a la realidad para encontrar más preguntas que respuestas”.
Para analizar el pensamiento crítico y el compromiso social del destacado sociólogo, inagotable humanista y exrector de la UNAM, Pablo González Casanova, el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS, que él dirigió) organizó la tercera mesa del evento dedicado a sus aportaciones a las ciencias sociales.
“En esta serie de mesas realizadas como parte de las actividades por el centenario del profesor e investigador emérito de la UNAM, analizamos sus diferentes facetas, entre ellas su vocación multidisciplinaria y la creación de instituciones en la vida pública de México”, señaló Miguel Armando López Leyva, director del IIS y quien fungió como moderador del evento.
El escritor y periodista Juan Villoro, presidente en turno de El Colegio Nacional, destacó que Pablo González Casanova celebra cien años en perfecto estado de rebeldía, una condición que ha marcado sus libros, sus aportaciones institucionales y su activismo.
Villoro recordó que tres profesores universitarios –su padre Luis Villoro, Adolfo Gilly y Pablo González Casanova– fueron aceptados en la comunidad del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y nombrados centinelas de la realidad, vigías intelectuales de estos pensadores rebeldes concentrados en Chiapas.
Rememoró además que quien fuera nombrado por los zapatistas como comandante Pablo Contreras ha sido un héroe cívico del EZLN, defendido el derecho a la discrepancia, y un estudioso de la comunidad. Lo describió como “ejemplo de activismo y trabajo profesional, quien interroga a la realidad para encontrar más preguntas que respuestas”.
Tania Rodríguez Mora, rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), destacó el papel del homenajeado como constructor de conocimiento y de instituciones, además de un hombre de pensamiento y acción.
La socióloga y doctora en Ciencias Sociales detalló que el pensamiento crítico significa razonar con la historia, tomar distancia y ofrecer alternativas. “Es tomar partido”.
Rodríguez subrayó la importancia de González Casanova en la fundación de la UACM, así como en la creación de los Colegios de Ciencias y Humanidades y de la Universidad Abierta de la UNAM, los cuales formarían parte de un sistema más vasto para llevar clases y tecnología a más personas de la sociedad. “Él considera que el capitalismo universitario no está superado”, comentó.
Agregó que González Casanova es un defensor de la gratuidad y la universidad pública, la cual debe conservarse siempre con calidad, así como mantener el diálogo entre profesores y estudiantes.
Marcos Roitman Rosenmann, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, resaltó en González Casanova la subversión de sus ideas. “Lo caracteriza un pensamiento humanista y su preocupación por los dominados y explotados”.
Apuntó que en su amplia obra escrita “nos enseña a pensar, a abrir el entendimiento, a tomar partido”.
El sociólogo chileno, quien trabaja en la universidad española, comentó que en González Casanova está siempre presente el pensamiento crítico, “que no es criticar, sino proponer alternativas para transformar”.
Mencionó que el homenajeado es un crítico del poder, para quien la democracia es un método científico utilizado en el control de la sociedad, la cual se mide por la participación del pueblo.
Para Roitman, la subversión de González Casanova implica dotar a la clase trabajadora de una transformación, y describió al homenajeado como un aglutinador del pensamiento crítico latinoamericano, porque “le tocaron tiempos convulsos”.