Lo que se mide se puede mejorar.
Al tener una tarjeta de crédito, es necesario darle seguimiento a tu estado de cuenta en vez de ignorarlo. Te decimos porqué.
Posiblemente diste el tarjetazo de forma inconsciente el pasado fin de semana, saliste de vacaciones y gastaste sin control, o tuviste una emergencia en la que tus deudas superan tu capacidad de endeudamiento.
Muchas personas al estar en esta situación optan por ignorar el estado de cuenta de sus tarjetas, como si esto fuera a desaparecer lo que deben. Sin embargo, ignorar tus deudas no hará que desaparezcan.
Es importante conocer tus deudas; es decir, cuánto es lo que debes, en cuántos plazos debes de pagar, y cuál es la tasa de interés que se te cobra. Puede que las deudas te consuman, pero debes saber que todo lo que se mide se puede mejorar.
En su lugar, hay que poner manos a la obra y anotar todos estos datos dentro de tu presupuesto. Un presupuesto es un control de tus gastos en el que organizas cómo es que gastarás cada uno de los pesos que tienes a tu disposición durante un mes (o quincena), y programar esto periódicamente. Si aún no llevas uno, te recomendamos encarecidamente que lo lleves para no llevar tus cuentas en la cabeza.
No esperes pagar tus deudas de un día a otro, una vez que conozcas tu presupuesto, realiza planes para liquidar tus deudas en el mediano plazo, y si es necesario o no puedes seguir pagando, acércate con tu banco para que te ofrezca mejores condiciones de financiamiento para que pagues tus deudas con otras condiciones.
Ignorar las deudas de tu tarjeta te llevará a sobregirar tu plástico, a acumular recargos e intereses, y a afectar tu historial crediticio, lo que dificultará tu acceso futuro al crédito (donde te podrán ofrecer mayores tasas de interés, o negarte los préstamos.
Tomado de Oink Oink