A Enrique Álvarez, el afamado Gari
Fuera de lo que ya sabemos y quizá más lo desconocido de nuestros recientes exgobernantes de México, es evidente que el actual y controvertido siempre Andrés Manuel López Obrador sabe bien que está en medio, como decían las abuelas, de un berenjenal.
Es decir, muchas situaciones por enderezar en la vida política, económica y por supuesto, social.
En su andar en este su segundo semestre de actividad al frente del poder ejecutivo hemos visto de todo en los ámbitos interno y externo.
Desde los llamados golpes de timón (cancelación de aeropuerto, refinería en Dos Bocas, Tren Maya, corredor transístmico, ambiciosos programas sociales y de salud, nueva reforma educativa, guardia nacional) hasta realidades que sorprenden como una delincuencia organizada desatada (drogas, armas, migrantes, huachicol, trata, secuestros), el caso Lozoya, Odebrecht, Estafa Maestra, medicinas, renuncias, descalificaciones, hasta los diferendos internacionales (Trump, España, Vaticano).
A muchos les disgusta el estilo de conferenciante e historiador que despliega cada mañana, otros la traen casada con el neogobernante y descalifican todo lo que hace y dice.
Aun así, por lo que se aprecia, trae bien estudiado su cuento.
Por casi tres décadas soñó y aspiró llegar a este alto cargo en un país de 130 millones de habitantes, en el que se despliega una larga inercia de corrupción e impunidad que se colaron en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Trae además claro el horizonte de lo urgente que es impulsar el desarrollo, lo cual incluye crecimiento económico si no creciente sí sostenido; abatir los altos índices de marginación rural y urbana; equilibrar la distribución de la riqueza nacional; integrar al sureste al desarrollo inevitable de centro, occidente y norte; y en la medida de lo posible también disminuir la fuerte presencia de grupos delincuenciales de alta y baja trayectoria, más los que se acumulen.
En el camino, entrarle muy en serio a educación, alimentación, salud y aprovechamiento racional de recursos naturales, petróleo y bosques incluidos.
Por ahora queda el razonable beneficio de lo que puede hacer por el país, enderezar en efecto muchos pendientes (infraestructura urgente también) y aprender a convivir con su muy peculiar estilo y respaldar lo que afecte decididamente el objetivo el tan impostergable crecimiento en todos los órdenes.
Atraques:
- Emilio Lozoya Austin y su equipo carísimo de abogados traen de un ala al expresidente Enrique Peña Nieto y sus cuates de gabinete. Entre Emilio y Angélica, apenas puede cerrar las pestañas. Por lo que se aprecia, noches de insomnio completas y no tanto por su nuevo amor.
- La designación de Víctor Toledo a la Semarnat llena de renovadas expectativas de atender los múltiples, innumerables, asuntos en materia de ecología, medio ambiente, protección a la naturaleza. Una cuasi devastación originada por presiones de orden social, económico, delincuencia común y organizada (tala clandestina), alcaldes ineficientes, organismos públicos, empresas, ganadería implacable, en fin, interminable la lista de pendientes.
- A propósito de alcaldes de Veracruz y de muchas partes del país, escasean las campañas masivas contra la basura en las calles, el descuido de cuerpos de agua, obras inconclusas, en fin, tarea hay y en serio.
Escritor y periodista