La reconocida activista Malala Yousafzai elogió a México como un referente en la ONU por su avance en temas de género, tras su reciente encuentro con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. La reunión, que tuvo lugar el pasado jueves 24 de octubre en Palacio Nacional, abordó temas esenciales para el empoderamiento de las mujeres, una causa común para ambas líderes.
Malala afirmó que: “Cuando una mujer llega a posiciones de poder, aumenta la esperanza de un futuro más seguro y justo para las mujeres”.
Claudia Sheinbaum por su parte dijo: “Recibí en Palacio Nacional a Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, con quien coincidimos en la importancia del derecho a la educación para todas las niñas y jóvenes. Las mujeres podemos ser lo que queramos ser”.
COMPROMISO POR LA EDUCACIÓN Y LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Malala y Sheinbaum coincidieron en la necesidad de fortalecer el acceso a la educación de calidad, especialmente para las niñas. Malala enfatizó la importancia de un sistema educativo completo y seguro, señalando la situación crítica de las mujeres en Afganistán, donde, bajo el régimen talibán, se prohíbe a las niñas asistir a la escuela después del sexto grado y se restringe su participación en la vida pública.
México, según Malala, está marcando un liderazgo notable en la ONU al visibilizar el rezago de género como una cuestión de derechos humanos y reconoció que “México está promoviendo el reconocimiento del rezago de género como un crimen contra la humanidad según el derecho internacional. Agradezco a la presidenta su solidaridad y esperó trabajar con su gobierno para construir un mundo donde todas las niñas puedan vivir y aprender libremente”.
UN ENCUENTRO PARA REDEFINIR EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO
Malala participó en la cumbre HABLA 2024 en Ciudad de México, un foro global sobre el futuro de la educación. La activista reiteró su apoyo al liderazgo de Claudia Sheinbaum en México y su interés en seguir colaborando con la presidenta para impulsar políticas que beneficien a las niñas y mujeres en todo el país y más allá de sus fronteras.
La reciente reunión entre Malala Yousafzai y Claudia Sheinbaum representa mucho más que un simple encuentro entre dos figuras públicas. Tanto Malala como Sheinbaum han demostrado un compromiso inquebrantable con la igualdad de género, la justicia social y la educación inclusiva. Malala, desde su experiencia como activista y sobreviviente de un atentado por defender el derecho a la educación en Pakistán, ha convertido su historia en un símbolo de resistencia y perseverancia. Claudia Sheinbaum, por su parte, ha roto barreras en la política
mexicana, convirtiéndose en la primera mujer en asumir la Presidencia de México, un cargo que le brinda una plataforma para impulsar cambios significativos en la educación y en la igualdad de oportunidades para las mujeres mexicanas.
Ambas líderes comparten también el convencimiento de que el liderazgo femenino es fundamental para construir sociedades más justas y equitativas. La presencia de Sheinbaum en el gobierno mexicano es una inspiración para muchas mujeres y niñas que sueñan con alcanzar posiciones de poder, y su trabajo refleja el mismo espíritu de perseverancia y lucha que caracteriza a Malala. Cada una, a su manera, ha desafiado estructuras establecidas y demostrado que las mujeres pueden ser agentes de cambio en sus respectivos contextos.
EL DERECHO UNIVERSAL A LA EDUCACIÓN DE LAS NIÑAS
México enfrenta retos en la educación, especialmente para las niñas de comunidades rurales e indígenas, que aún sufren de abandono escolar y falta de acceso a oportunidades de calidad. El ejemplo de Malala nos muestra que la educación de las niñas no es solo una herramienta de progreso individual, sino una estrategia poderosa para transformar comunidades y romper ciclos de pobreza y marginación. Por su parte, Sheinbaum ha demostrado un compromiso con estos temas, promoviendo políticas que buscan eliminar las barreras para las
niñas en la educación y darles acceso a un entorno seguro y equitativo.
Otra similitud entre Malala y Sheinbaum es su perseverancia frente a los desafíos.
Malala no se detuvo en su lucha a pesar de haber sufrido un atentado; al contrario, convirtió la adversidad en impulso para llevar su mensaje al mundo. De manera similar, Sheinbaum ha enfrentado desafíos en su carrera política y ha mantenido un enfoque firme en sus valores y objetivos. Ambas líderes muestran que el cambio estructural es posible con una visión clara y una determinación
inquebrantable.
La visita de Malala a México es una llamada de atención para fortalecer el compromiso con una educación inclusiva y de calidad, y su encuentro con Sheinbaum es una prueba de que, cuando las mujeres se apoyan mutuamente, sus visiones pueden expandirse. México puede aprender de Malala que, al empoderar a las niñas a través de una educación completa y segura, se construye un país más justo y equitativo. Como ellas nos muestran, la perseverancia y el liderazgo femenino no solo cambian historias individuales, sino que pueden
transformar a toda una nación.
¿QUIÉN ES MALALA YOUSAFZAI?
Malala, originaria de Pakistán, es una de las voces más influyentes en la defensa del derecho a la educación para niñas y mujeres. Nacida el 12 de julio de 1997 en el valle de Swat, Pakistán, se convirtió en un símbolo global de resistencia tras sobrevivir un atentado del Talibán en 2012. A los 17 años, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, lo que la convirtió en la persona más joven en recibirlo.
Además de liderar el Fondo Malala, recientemente ha colaborado en contenidos audiovisuales que promueven la equidad de género, incluyendo un acuerdo con Apple TV+ y el lanzamiento de su primer documental en el Festival de Cine de Toronto.
Es poeta, redactor y fotógrafo originario de Puebla, radicado en Coatzacoalcos, Veracruz. Ha escrito varios libros de poesía y narrativa como Archivo de Sueños, Corazón de Metal y El Lugar Común, así como el poema Viajar es Regresar.
