CECILIA: El que decía ser feliz por estar junto a su pueblo y éste rodeándolo para protegerlo, hoy corre y ya no quiere ir a los eventos porque la gente es “manipulada” en contra suya. Y lo que es peor, también su candidata hace y dice lo mismo.
Hace unos días se inauguró el Centro de rehabilitación Infantil de la Fundación Teletón de Televisa en Tlapa, Guerrero, y estaba programado que él estaría ahí para cortar el listón simbólico. De última hora decidió no ir por dos razones, o supuestas razones: La primera, por una manifestación de maestros de la CNTE, su otrora organización de golpeo y bloqueos, que quería verlo a fuerza para decirle sus “frescas” por haberles fallado; inclusive, los “maestros” arremetieron contra las puertas del CRIT y derribaron la reja de herrería. La segunda, porque iba a hacer periodistas que le preguntarían sobre cosas que el que no quiere responder o harían la crónica de las “agresiones” que le tenían preparadas.
La gente de Tlapa y los de la sierra mixteca alta que vive en la extrema pobreza, se quedó esperándolo.
Los habitantes de la esa región del país no salen de su ancestral miseria y cada presidente que va a Tlapa regresa a la Ciudad de México cargado de peticiones de ayuda. Pero nada pasa.
Eran principios de 1969 cuando me tocó ir a Tixtla, Chilapa y Tlapa con LUIS ECHEVERRIA, como reportero asignado a la fuente política. Nos adentramos un poco por la sierra mixteca y a LUIS ECHEVERRÍA le conmovió ver que por los caminos de la sierra bajaban indígenas mixtecos hacia Tlapa tejiendo sombreros mientras caminaban.
-¿A dónde van? –preguntaba ECHEVERRIA.
-A Tlapa –le contestaban.
-¿Y a qué van?
-A vender estos sombreritos y el maicito que traemos en el morral, para comprar comida, señor.
-¿Cuánto les pagan por los sombreros?
-Muy barato, señor; si viera usted, a 40 centavos.
Vi a un ECHEVERRIA cerrar el puño con coraje y lanzar una mentada de madre, por la injusticia. Volvió ya como presidente de la República, no sé si dos veces más, pero lo que no se puede ocultar es que las cosas en la mixteca no cambiaron. La ignorancia, la enfermedad, el hambre y la expoliación siguen como aquel día en que ECHEVERRIA como candidato lanzó una mentada de madre por la rabia que le dio ver tanta miseria. .
Esta vez los mixtecos querían hablar con el presidente LÓPEZ OBRADOR, pero éste se negó a ir por temor a que los maestros y los “acarreados” le faltaran el respeto a su investidura.
Tampoco fue a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, porque dijo, el evento “es un cónclave de la derecha”.
CLAUDIA tampoco fue. Se supone que, por ser universitaria, científica, supuestamente culta, estaría en la FIL, pero se abstuvo. Ha de haber pensado, que si iba a la Feria del Libro los derechistas la contagiarían de la enfermedad llamada conservadurismo o que los neoliberales le iban a hacer alguna mala jugada.
Claro, ignora, o pretende ignorar, que los libros son producto del pensamiento avanzado.
¡Ni modo. La oscuridad del Medievo!
LOPEZ OBRADOR y su muñeca parlante tienen miedo a que los confronten. El presidente fue a Acapulco, para ver desde un yate de la Armada la destrucción de OTIS, pero no bajó a hablar con la gente, porque, dice, ésta está manipulada. Empero, ni él, ni su esposa ni sus hijos tan dados a salir en las redes presumiendo privilegios, han externado palabras de aliento para acompañar en su dolor a los acapulqueños y la gente de la Costa Grande de Guerrero que se quedaron sin nada porque el huracán arrasó con todo.
Es tal su miedo que ni a la entrega de la medalla Belisario Domínguez a Elena Poniatowska fue, porque supuestamente le tenían preparadas agresiones verbales y quería cuidar la investidura presidencial.
Algo anda mal en él que prefiere ir sólo a donde no lo van a “agredir”, como, por ejemplo, Badiraguato, a donde ha ido seis veces.
MIENTRAS TANTO, se dice que EBRARD se incorporará a la campaña de SHEINBAUM. Es posible, mejor dicho nada remoto. EBRARD ha sido la gran decepción y está dispuesto a irle a todas con tal de ser senador…Como el hijo del presidente o la primera hermana del propio presidente.
Quince años como académico de la FCPyS-UNAM.
Premio Nacional de Comunicación 2015 «José Pagés Llergo», capítulo «Cátedra en Periodismo»