Esta etapa de la pandemia afecta básicamente a no vacunados; probable, una cuarta ola, señala Samuel Ponce de León, coordinador de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus.
«La tercera ola es básicamente de no vacunados. Esto es consecuencia de que la vacunación está teniendo un impacto importante en contener la transmisión. Los grupos más jóvenes son los más afectados”, asegura Samuel Ponce de León, coordinador de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus.
El también titular del Programa Universitario de Investigación en Salud, académico del Seminario Permanente de Bioética y profesor de la Facultad de Medicina responde a las preguntas más frecuentes sobre la Covid-19 en esta tercera ola.
—Hay muchas personas que temen a las vacunas o creen que no sirven, ¿qué les diría?
Pueden no evitar la infección, pero sí la enfermedad. Este es su objetivo fundamental. Hay una diferencia entre infección y enfermedad. La primera es adquirir el patógeno, en este caso el SARS-CoV-2, y el proceso infeccioso lleva a la multiplicación de los virus y, eventualmente, a desarrollar el padecimiento llamado Covid-19.
Las vacunas tienen el objetivo de proteger a la gente de tener un padecimiento grave. No quiere decir que no ocurra la infección. Actualmente, estamos viendo que quienes tienen su esquema completo de vacunación se pueden infectar, incluso tener una multiplicación viral importante.
Las vacunas son extraordinariamente efectivas y lo estamos viendo hoy, aquí en México, de acuerdo con la distribución de riesgo de transmisión en vacunados y no vacunados, también en el mundo, en evitar enfermedad grave, sintomática, que lleve al hospital o cause la muerte.
—¿Las vacunas actuales sirven contra todas las variantes?
En general sí cuentan con una gran eficacia contra la variante delta, que hoy por hoy es la predominante en Ciudad de México y seguramente también en otras regiones del país. No hay estudios específicos de todas las vacunas, pero sabemos que todas tienen efecto contra las variantes actuales. No es la única variante, pero las vacunas que distribuimos en México tienen efectividad contra la delta.
—Muchos vacunados, al sentirse protegidos, dejan de lado ciertas medidas de cuidado, ¿qué les diría?
Es un asunto derivado, efectivamente, del éxito de las vacunas. Al ver que hay una protección, una situación de control, la gente se relaja y, por supuesto, es una tendencia natural decir esto ya lo resolvimos. Pero estamos aprendiendo que no es así. Los vacunados pueden contagiarse y seguir transmitiendo la enfermedad.
Por eso es muy importante que, a pesar de estar protegidos, se mantengan las medidas del cubrebocas, la distancia, evitar aglomeraciones y la ventilación. Uno puede vivir un poco más tranquilo, efectivamente, pero debe mantener precauciones.
—¿Es cierto que a los niños no les pasa nada?
Sí les pasa; los niños se infectan igual que los adultos, transmiten el virus igual que un adulto, y conforme se infecten más niños habrá algunos que desarrollen una afección sintomática y grave, incluso mortal. Sin embargo, esto ocurre con mucha menor frecuencia. Los motivos pueden ser diversos, pero es así.
—Hay gente que se ha vacunado con las de una sola dosis, como la CanSino, o que fueron a Estados Unidos por la Johnson & Johnson y se vuelven a vacunar con la de su grupo de edad, ¿es problemático?
No es conveniente, porque ellos están protegidos con dicho esquema de vacunación para una enfermedad grave y están utilizando un doble biológico que podría necesitar alguien más. Sin embargo, en el ambiente hay la noción de que estas vacunas de una sola dosis requerirán de una segunda, eventualmente. Aún no hay una indicación clara para que se usen formalmente las segundas dosis para algunas vacunas, pero se ve en el panorama, en el corto o mediano plazos, la posibilidad de aplicarla en ciertas circunstancias. En este momento no es problemático, no van a tener ninguna situación como consecuencia de esto, pero contribuye a crear desorden en este programa de vacunación que intenta mantener el gobierno.
—Se acerca la temporada de frío y fiestas, ¿tendremos una cuarta ola?
Es muy probable que haya una nueva ola. Esto depende de algunas situaciones ambientales. Ahorita estamos en plena tercera ola, estaremos así a lo largo de agosto. Luego viene el otoño y el invierno, quizá podamos tener una cuarta ola para entonces. Esto depende, fundamentalmente, del número de susceptibles que tengamos en el país, todavía tenemos millones: muchos no infectados y muchos más sin vacunas.
Por eso, quiero hacer un llamado a la comunidad universitaria a atender las precauciones que conocemos bien. Manténganse seguros, cuiden a su familia, a las personas con quienes conviven y esperamos que podamos volver a reunirnos en poco tiempo.