Mis queridos lectores, esta semana estuvimos llenos de ocurrencias creativas de cibernautas, debido a que se infestaron las redes sociales con memes, notas, videos, especulaciones, rifas, y mucho buen humor.
Nuestro querido presidente nos pidió que lo ayudáramos a poder recuperar inversión fallida como lo da a entender AMLO. Nos pidió que le entráramos a una rifa del avión TP-01 Boeing 787-8. Este transporte está valuado en 130 millones de dólares, y la oferta más cercana que tuvo la aeronave que lleva por nombre “José María Morelos y Pavón” fue de 125 millones de dólares, Chinnnnnnnn… por no querer regatear 5 millones de billetes verdes ya no se pudieron deshacer del carísimo avión, tan solo por no querer hacerle una pequeña rebajita tuvieron que pagar 13 millones 696 mil pesos, solo por tenerlo guardado para su venta el año pasado.
Cabe resaltar que este modelo de avión sí lo utilizan algunas aerolíneas tales como Aeroméxico, American Airlines y AirCanada entre otras 40 que en sus andenes sí se utilizan este tipo de aeronaves para el traslado de sus pasajeros; sin embargo vendérselo a alguna de estas marcas es una total tontería debido a que este medio de transporte presidencial es lujoso y puede transportar a menos de la mitad para lo que fue diseñado. Debido a que el avión mide 57 metros de longitud y tiene una capacidad máxima de 80 pasajeros (lo cual un avión de ese tamaño puede transportar a más de 200 personas), sumándole que tiene un dormitorio presidencial, un baño revestido de mármol y la parte interior luce adornos con sellos oficiales del gobierno mexicano. Está adquisición fue ¿Un avión a la altura del aquel entonces presidente? O ¿Un avión con altura de un presidente? Ahí se las dejo de tarea mis queridos lectores.
A pesar de que el mundo odió a Enrique Peña Nieto porque todo apuntaba a que él fue quien adquirió este lujo, eso no fue así, esta aeronave fue adquirida por el Estado mexicano en 2012, cuando Felipe Calderón era presidente, y fue utilizado para el transporte del Ejecutivo desde el 3 de febrero de 2016. Se usó durante dos años y 10 meses para realizar 214 viajes. Es decir, lo compró Calderón, pero lo ocupó Enrique Peña Nieto y lo va a vender Andrés Manuel López Obrador. ¿Uno nunca sabe para quién trabaja, cierto? Mientras se decide si se vende o no, si se rifa o no, deberíamos de meternos a unas clases de ¿Cómo estacionar un avión? O más bien de ¿Cómo se maneja? Porque capaz que es chicle y pega.
*Estudiante de Comunicación de la Universidad Veracruzana.
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